Leo en la prensa aragonesa la pomposa presentación del nuevo partido patrocinado en origen por Miguel Ferrer, Compromiso por Aragón. Siempre vi en Aragón una oferta más que suficiente para que los ciudadanos aragoneses puedan elegir a sus representantes. En cualquier caso, oferta (cinco partidos) mucho más amplia que en otras Comunidades Autónomas, como Extremadura, Castilla La Mancha, Madrid o Comunidad Valenciana, con dos o tres partidos con posibilidades reales de obtener representación.
Ahora bien, lo que más llama mi atención son las razones que exponen para la creación del nuevo partido y quién es su referente.
Sigo leyendo que su ideario se fundamenta en la austeridad, la reducción de cargos de confianza, la expulsión del sistema de cargos públicos corruptos, la reforma de la Ley Electoral y un mayor control sobre las sociedades de las administraciones públicas.
Ante este ideario yo me pregunto: ¿qué hace en este partido Miguel Ferrer?
Si la austeridad es el primer postulado, ¿cómo explican la situación en que el exalcalde ha dejado las arcas del Ayuntamiento de Teruel con una deuda de cerca de 61 millones de euros (11.000 millones de pesetas)?.
¿Cómo pueden hablar de reducción de cargos cuando llevan años colocando a gente en empresas públicas por todo Aragón?
Igualmente, cuando hablan de reforma de la ley electoral supongo que estarán pensando en prohibir las prácticas habituales de Ferrer al encaramarse en las instituciones públicas sin contar con apoyo popular (Diputación Provincial de Teruel, años 1999-2003 y 2003-2005 y Ayuntamiento de Teruel, años 2007 a noviembre de 2010).
Al decir que limitarán los mandatos a ocho años, supongo que también piensan en Ferrer, que ha sido en los últimos veinte años alcalde de Utrillas, Delegado Territorial del Gobierno de Aragón en Teruel, diputado provincial y presidente de la Diputación Provincial de Teruel dos veces, consejero de Servicios Sociales del Gobierno de Aragón y concejal y alcalde del Ayuntamiento de Teruel, y todo ello sin ganar nunca unas elecciones; como dijo José Ángel Biel, ha sido todo menos obispo.
Además, supongo que dentro de sus ideales también, y siendo su nombre Compromiso con Aragón, prohibirán los abandonos de las instituciones a mitad de legislatura (Diputación y Ayuntamiento), afición que Ferrer prodiga con frecuencia olvidando, eso sí, el compromiso adquirido con su partido.
En conclusión, que Compromiso con Aragón nace viciado en origen, si el modelo en el que se inspiran es el que hace unos meses jugó con la estabilidad de la ciudad de Teruel, con la palabra dada a su partido y en la coalición de gobierno, y con sus votantes.