Sucesos
“Los ciudadanos vivimos con miedo a salir a la calle, a abrir los negocios y a disfrutar de la vida diaria sin temor a ser víctimas de un delito. Estamos indignados, necesitamos seguridad ya”. Es el mensaje que ha lanzado la alcaldesa de Caspe, Ana Jarque, en un comunicado en el que exige al ministro Marlaska “que mande una dotación permanente de la unidad USECIC de la Guardia Civil ante la ola de robos” en el municipio.
"¿Tenemos que ser catalanes para que el ministro Marlaska nos haga caso y mande los medios necesarios?", se cuestiona Jarque, manifestando que “los vecinos vivimos con gran desasosiego y temor en el territorio provocado por robos en establecimientos, comercios y bares que se han producido de manera reiterada”.
"Como representante de todos los caspolinos, hago un llamamiento urgente al ministro del Interior para que considere esta situación crítica y actúe con prontitud.", reclama la alcaldesa ante una “inseguridad que afecta a la localidad”, sobretodo en las últimas semanas y reprochando al gobierno central que "el apoyo en seguridad ciudadana ha disminuido drásticamente en los últimos años, con una notable reducción en las patrullas de la Guardia Civil en el partidojudicial, y la situación es insostenible" .
En el comunicado emitido desde el consistorio caspolino, se explica que “aunque la Guardia Civil del partido judicial trabaja para mitigar estos robos y detener a los responsables, las dotaciones de personal de la Guardia Civil no son sufientes para garantizar la seguridad que los ciudadanos merecen. Uno de los motivos del agravamiento de la situación, ha sido la facilidad con la que han regresado a la calle las personas detenidas por estos delitos, lo que refleja una legislación insuficiente para sancionar adecuadamente los hurtos y robos”.
Para la alcaldesa, “la seguridad es un derecho fundamental que debe garantizarse y es necesario que las leyes se endurezcan para proteger a los ciudadanos”.
Para abordar esta problemática, el ayuntamiento de Caspe ha solicitado, formalmente, al Ministerio del Interior refuerzos y un aumento en el número de efectivos destinados al puesto de la guardia civil en la localidad.
Concretan desde el consistorio que se precisa “un incremento mínimo de 10 agentes de la Guardia Civil, con el fin de garantizar una respuesta adecuada y eficiente ante la creciente ola de robos y otros delitos”.
Un joven de 24 años ha sido localizado, en buen estado, este martes después de notificarse su desaparición el pasado domingo. Es vecino de Tosos, pero su pista se le perdió en Caspe.
Según ha informado la Guardia Civil, una mujer lo ha localizado este martes mientras el joven iba por un camino cercano a Alcañiz. La mujer ha dado aviso a la Guardia Civil, que lo ha trasladado al centro de salud para su evaluación.
En el amplio dispositivo de búsqueda han participado agentes de seguridad ciudadana, la unidad de seguridad ciudadana de la Comandancia (USECIC), Seprona, Unidad Aérea, Servicio Cinológico con perros de búsqueda y localización de personas, URBE y personal voluntario organizado por Guardia Civil.
Una mujer de 78 años falleció el pasado sábado en un accidente de tráfico ocurrido en la carretera autonómica A-221 en el término municipal de Caspe. Viajaba en el asiento delantero derecho. El conductor, un hombre de 86 años resultó herido de gravedad y fue evacuado en helicóptero al hospital Miguel Servet de Zaragoza.
Ambos eran vecinos de Tarragona.
El siniestro tuvo lugar a la una menos veinte de la tarde y consistió en la salida de la vía del turismo en el que viajaban estas dos personas, que dio varias vueltas de campana. Las víctimas tuvieron que ser excarceladas por los bomberos.
Las causas del accidente se estudian por parte especialistas del equipo de investigación de seguridad vial.
Los Bomberos de la Diputación Provincial de Teruel (DPT) han intervenido este martes en un incendio de un vehículo, un camión, ocurrido en la carretera nacional N-211, en el kilómetro 203, cerca del municipio de Los Olmos, informan desde la DPT.
Las mismas fuentes señalan que no ha habido daños personales.
Han participado en la extinción un oficial y tres bomberos.
La Audiencia de Teruel ha condenado a un joven de 24 años de edad a doce años de prisión y seis de libertad vigilada por un delito de agresión sexual a una menor de 16 años, unos hechos cometidos el 5 de diciembre de 2022 durante la celebración de una fiesta de “Quintos” en Alcorisa.
Los seis años de libertad vigilada se ejecutarán con posterioridad a la pena privativa de libertad. Además, se prohíbe al condenado comunicarse con la menor y aproximarse a ella a una distancia inferior a 300 metros, en cualquier lugar donde se encuentre o frecuente durante veinte años.
Como responsabilidad civil, se le condena a indemnizar a la víctima con 15.000 euros por daños morales y 245 euros por las lesiones sufridas y al SALUD en la cantidad de 353,89 euros por la asistencia prestada a la perjudicada. También deberá pagar todas las costas del juicio, incluidas las de la acusación particular.
La Policía Local de Alcañiz intervino en dos ocasiones, durante las fiestas navideñas, para tratar de salvar la vida a dos personas que sufrían graves problemas de salud.
En uno de los casos, una mujer de 40 años sufrió un paro cardíaco en un establecimiento de ocio. Tras recibir un aviso del servicio de emergencias 112, se personó una patrulla de la policía que comenzó con las maniobras de reanimación cardiopulmonar e hizo uso del desfibrilador. Pese a los esfuerzos de los agentes y tras la llegada de los sanitarios, no pudo hacerse nada por salvar su vida.
En otra ocasión, igualmente tras un aviso del 112, los policías se personaron en el polideportivo municipal, donde un hombre de 60 años se había desvanecido, y comenzaron las maniobras de reanimación e hicieron uso del desfibrilador. Fueron necesarias tres descargas, tras las cuales el hombre reaccionó y fue atendido por los sanitarios. El hombre fue estabilizado por personal del 061, que reconoció el trabajo de los agentes, y fue trasladado en helicóptero al hospital Lozano Blesa de Zaragoza
Desde el Ayuntamiento de Alcañiz indican que se trata de “dos casos reales más que evidencian la importancia de la formación y la dotación material en los servicios de emergencias”. El propio consistorio equipó hace tiempo los coches patrulla de la policía con desfibriladores y anualmente se imparten cursos de formación y reciclaje a los agentes, que están capacitados para usar estos dispositivos para que los vecinos cuenten con una respuesta rápida y de calidad cuando se dan estas situaciones.
La vida de una persona puede pasar de lo blanco a lo negro en tan sólo unos segundos, como le ocurrió el pasado uno de diciembre, sobre las dos y media de la tarde, a un vecino de Alcorisa. Pero, por suerte, en pocos minutos volvió a cambiar de lo negro a lo blanco. Fue gracias a dos personas que pasaban por allí y que le salvaron la vida: Daniel Pulpón, técnico de emergencias sanitarias y estudiante de enfermería, y Teo Álvarez, técnico de emergencias sanitarias y enfermero.
Teo Álvarez explica que “dio la casualidad de que llegábamos de un aviso a nuestra base, que está justo al lado del bar, y entramos a tomar un café. Nos percatamos de que salía del establecimiento un hombre un tanto agitado y que aparentemente no se encontraba bien, por lo que le preguntamos si necesitaba ayuda y, al acercarnos, comprobamos que estaba sufriendo un atragantamiento. Pusimos en marcha el protocolo establecido para estos casos. Primero le animamos a toser y usamos los golpes escapulares para ayudar a expulsar, pero cuando vimos que nada de eso era efectivo, avisamos al servicio de emergencias por si pudiese entrar en parada cardiorrespiratoria y, paralelamente, le practicamos la maniobra de Heimlich. Así consiguió expulsar el trozo de comida que le estaba obstruyendo las vías respiratorias”.
Era domingo y el bar estaba lleno de gente, por lo que el suceso tuvo gran expectación y fueron muchos los agradecimientos que los sanitarios recibieron por su actuación, especialmente por parte de los familiares de este vecino, muy conocido en el municipio y que fue atendido posteriormente en el Centro de Salud. “El médico comprobó que estaba en perfecto estado de salud y destacó que fue una suerte que estuviésemos por allí en ese momento”, explica Teo.
“Toda nuestra preparación y conocimientos nos sirvieron para ayudar a esa persona ese día”, expresa el enfermero orgulloso de poder haber puesto en práctica técnicas que pueden salvar vidas y que todos podemos conocer. De hecho, otra enfermera Beatriz Altaba, lleva años recorriendo centros educativos del Bajo Aragón para enseñar a docentes y a alumnos estas y otras técnicas.
Tanto la gerencia del 061Aragón como el alcalde de Alcorisa transmitieron sus felicitaciones a Daniel y a Teo por la atención prestada, reconociendo su “profesionalidad y el trato extraordinario recibido” por uno de sus vecinos.