Y  pasamos carnaval, con más ganas de que llegue la primavera, que de que lleguen las elecciones, pero hay que ser cívicos y vivirlas, y creo que estamos en un momento histórico de crisis, donde hay que vivirlas apasionadamente, ya que es en el derecho al voto donde podemos influir en nuestra historia.

Tradicionalmente en Aragón somos de la mayoría y nos vemos con el culo al aire una y otra vez. Somos tozud@s, cabezud@s e insistimos en volver a pisar siempre en la misma piedra.

Si alguien en quien se ha confiado te falla, se le da una segunda oportunidad y aún volviéndote a fallar, una tercera y una cuarta, pero al final debemos de mirarnos al espejo y tras sentirnos un poco tontos, rectificar, que cuesta tanto, que por eso es de sabios y entregar la confianza a quien pueda de verdad representar los intereses de Aragón.

Los dos partidos supranacionales (el voto útil), ya nos han demostrado que no tienen ni idea de gobernar, puesto que han llevado el país a la ruina total, conque nos queda que nos defiendan los partidos de aquí, los que tradicionalmente se ha dado en llamar (por los otros) el voto inútil.

En las comunidades vecinas nos han demostrado una y otra vez, que tienen privilegios y prebendas porque ellos dominan la política propia con las mayorías  de sus partidos propios, pero también negocian e inclinan la balanza nacional a su favor en los demás temas cotidianos (infraestructuras, seguridad social, reducción de impuestos, sanidad y servicios). Si han hecho algunas obras, viaja un poco y verás que estas infraestructuras que no están terminadas en otras comunidades están ya viejas y superadas y todavía está fracturada la comunicación directa en Huesca que hay que salir de la accidentada autovía para que las tres provincias estuvieran comunicadas sin trabas.

La comunicación lógica por el pirineo central nunca llegará porque el paso trasfronterizo ferroviario, que es una riqueza para Catalanes o Vascos y nuestro papel es el de soportarles los pantanos, los generadores aéreos que nos han robado el paisaje y las infraestructuras de servicios.

Caso aparte es Motorland, y Aramón, pero eso lo impulsan los de aquí.

Es hora de votar con coherencia, la historia no pasa de ti, y tu no deberías de pasar de ella. Tienes la cuaresma tras el carnaval  para comer pescado y arrepentirte de tus faltas, antes de Semana Santa, que aún medimos los mayores en festividades cristianas. Y a votar con libertad.