30 años. Han pasado 30 años y me asombra la originalidad con la que se trata todavía el tema, todos los años lo mismo “¿dónde estaba usted el 23F?”, “no nos han informado de todo, hay cosas que todavía no se saben”. El 23F es un hecho histórico que además de llenar horas y horas de los informativos, tiene que servir para aprender y más en estos tiempos de crisis. Me llamó la atención una entrevista por radio. Llegué tarde, por lo que no puedo transcribirla por completo. El entrevistado formaba parte del consistorio alcañizano en aquella época y dijo: “entonces ibamos todos a una; por supuesto , cada uno teníamos nuestra ideología, pero en las cuestiones importantes ibamos a una”.
Fue una época difícil, recien nacida una democracia sobre unos cimientos débiles en los que cualquier temblor podía derribarla. Decidieron no olvidar, pero si arrinconar temas dolorosos y trabajar unidos para que España se convirtiese en un Estado Democrático. Unos considerarán que lo hicieron bien y otros que mal, pero lo importante es que creyeron en un proyecto y trabajaron por él. Hoy vivimos en una perpetua campaña electoral de trastos a la cabeza, sin programas ni proyectos, imposible trabajar juntos sobre la nada. En vez de esa campaña de división y de insulto, ¿por qué el centro izquierda y el centro derecha, según se denominan últimamente, no luchan juntos parar sacar a España de la crisis? Se puede empezar desde las entidades locales; dar un ejemplo de civismo; olvidarse del sectarismo de partido y empezar a ver los problemas reales que nos rodean y entre todos intentar ponerles solución. Echamos la culpa de todo a Zapatero y Rajoy, están metidos en nuestra familia, en nuestro trabajo, con los amigos. ¿De verdad un solo hombre tiene tanta fuerza o somos nosotros los que consciente o inconscientemente nos dejamos llevar y preferimos no pensar?