Opiniones

Dafne Fortea

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Formación o maquillaje

El ministro de trabajo, Celestino Corbacho, dijo el pasado lunes que el Gobierno pretende rebajar de 100 a 30 días el plazo máximo para que los parados puedan rechazar ofertas de empleo o formación, en caso contrario perderían la prestación de desempleo. Según Corbacho esos 30 días parecen un periodo razonable para que el parado se resitúe después de perder su empleo y empiece a participar en cursos de formación e itinerarios y aceptar las ofertas de empleo realizadas por el Inem.

Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC.OO., ha criticado las medidas anunciadas por el ministro. Para Toxo se trata de una fórmula para maquillar las cifras del paro ( ya que los parados en cursos de formación no cuentan como parados), además de señalar que obligar a los parados a aceptar cualquier puesto de trabajo es apostar por la precariedad.

Parece necesario en una situación como la actual que se controle más de cerca a los parados y se les ofrezca formación para que puedan reciclarse. Sin embargo los servicios públicos de empleo  y los cursos que se ofertan necesitan tanto el pasado por la planta de reciclaje como los propios trabajadores. Estos servicios solo intermedian en el 2% de las colocaciones, y habría que valorar si los cursos ofertados cumplen su objetivo de formar y actualizar a los desempleados para encontrar un nuevo trabajo.

Es posible que las reformas anunciadas por el ministro ofrezcan un mayor control a los parados y logren reducir el fraude de los que trabajan ilegalmente cobrando el subsidio, pero no parece que vayan a mejorar las posibilidades de los que necesitan un trabajo.


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