Opiniones

Eva Clavería. Olvidada democracia

Queda poco para las elecciones y los candidatos se hacen con sus mejores armas para convencer a esa cantidad de personas que aún no sabe a quién votar.

El presentar argumentos para conseguir convencer al pueblo de que deposite en un candidato u otro su voto es uno de los regalos con los que nos obsequia la democracia. El problema es cuando las citadas armas de convicción toman forma de insultos, mentiras y falta de respeto. Ya no sólo entre ellos sino para el pueblo al que luchan por representar.

Llevamos más de treinta años de democracia y no creo que haya pasado por momentos peores en cuanto a ilusión y motivación se refiere. Es increíble escuchar como personas jóvenes han perdido todo respeto por los que van a ser su voz durante los próximos años y no es ninguna idea descabellada pensar que el grado de abstención será importante.

Discuten sobre economía y terrorismo como telón de fondo de una guerra puramente personal sin darse cuenta que cada vez desacreditan más la democracia en su más amplia definición. Los comentarios tras un debate son de victoria hacia un lado u otro en lugar de valorar los aspectos positivos y negativos de las propuestas de cada uno. Se centran más en detalles de posición o color que en las palabras que realmente se han pronunciado..

Posiblemente pensarán que lo importante es el resultado final, pero lo que está claro ya es que el gobierno que salga elegido no conseguirá representar a una gran parte del pueblo que ha perdido totalmente la confianza en un sistema  basado en el insulto, la provocación, la mentira y la corrupción. Quizás hayan olvidado que la democracia no existe sin el pueblo y por consiguiente sin él, la democracia no es más que un concepto vacío.



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