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Se acercan las elecciones y serán muchos los dirigentes políticos de los partidos que ostentan el poder que nos volverán a vender con absoluto descaro ilusiones y esperanzas cimentadas en proyectos públicos o privados que prometen generación de abundante empleo y por ende de riqueza, bienestar y calidad de vida. Pero si hacemos un pequeño esfuerzo mental y recordamos lo que en anteriores ocasiones nos vendieron y si tenemos la oportunidad de repasar la hemeroteca, descubriremos como nos han ido engañando con un incumplimiento tras otro y con la ocultación de sonados fracasos. En el Bajo Aragón histórico, tierra noble por encima de la media aragonesa, no tenemos más que fijarnos en la tan cacareada obra del desdoblamiento de la N 232, o A68, desde Zaragoza hasta Alcañiz y la mejora de la salida al mediterráneo. ¿Cuántos años hace que nos venden la moto con esta cantinela? ¿Qué es lo que se ha avanzado de este proyecto en estos últimos años? Nada de nada. Eso sí, se han ejecutado las variantes de El Burgo y Fuentes en la provincia de Zaragoza. Variantes en formato carretera nacional, con circulación en doble sentido, que si bien sacan el tráfico de estos cascos urbanos también hemos de decir que han defraudado las expectativas de los usuarios en cuanto a sus trazados plagados de limitaciones. En la provincia de Teruel el tramo entre el cruce de Ráfales y el límite con Castellón sigue como siempre desde hace veinte años, paralizado. Y las variantes de Azaila e Híjar duermen el sueño de los justos a pesar de que su Declaración de Impacto Ambiental (terrorífico requisito utilizado por los gobiernos de turno para justificar la negativa a realizar determinadas obras como la autovía Cuenca-Teruel y de paso culpar de los males del mundo mundial a los ecologistas) lleva aprobada desde Enero de 2007, tras diecisiete años de tramitación. Variantes que algunos no se han molestado en reivindicar convencidos inocentemente de que el desdoblamiento llegaría antes. Eso sí, la variante de Alcañiz, en la que se iniciaron los trabajos a los pocos días de la toma de posesión de la actual alcaldesa y tras cuatro años en obras, se inaugurará próximamente si no lo impide un nuevo recorte de los presupuestos o algún impago del Ministerio de Fomento. Si el ritmo de ejecución de la A68 es el mismo que el de la variante de Alcañiz, con un poco de suerte en el siglo que viene podrán viajar por autovía hasta Zaragoza.Promesas incumplidas o la A68.