Opiniones

Javier Pedregón. Divide y perderás

Muchos son los temas de actualidad que ocupan y preocupan en nuestra querida tierra pero puesto que estamos comenzando esa serie de artículos de opinión, querría empezar también por los pecados capitales de nuestra articulación como sociedad. Los cuales atenazan y son el origen del resto de piedras  que, como sociedad, nos iremos encontrando en el camino.

Uno de ellos, el mayor a mi juicio exceptuando la corrupción, es la estructura de gestión publica que nos hemos dado, la duplicidad de organismos públicos que para una misma materia existen con el consiguiente despilfarro de dinero y recursos provenientes, por cierto, de nuestros impuestos; mientras en otros países se tiende a lo contrario (fusión de ayuntamientos, simplificación de estructuras, etc.)  en nuestra tierra vamos para atrás como el cangrejo…

Como es posible que con la escasez de recursos que hay, no se, pongamos por caso turismo o deportes o cualquier otra materia….haya, una concejalía, un departamento comarcal, un departamento provincial, un departamento autonómico y un departamento en el ministerio correspondiente cada uno de ellos con su jefe de departamento (llámese consejero, concejal, o secretario de estado), sus asesores, sus funcionarios adscritos, sus gastos de representación, su correspondiente coche oficial etc. etc.

Ya casi lo de menos es que a los ciudadanos nos vuelvan locos y para cualquier iniciativa halla que ir a cinco ventanillas distintas, es más el agravio comparativo que le supone al ciudadano observar el esfuerzo que esta haciendo la sociedad en estos tiempos de crisis, de recortes y de austeridad.

Las conclusiones son claras: en el actual y exitoso (hay que reconocer todo) estado de las autonomías las provincias no tienen ningún sentido  se han vaciado de contenido ¿Que diferencia hay entre una carretera de gestión autonómica y una provincial?: ninguna, todos conocemos casos esperpénticos de quitanieves que para llegar a la carretera de su competencia han dejado tramos sin esparcir sal etc., etc., etc.
Las competencias provinciales son claramente absorbidas por las autonomías

Y  en cuanto a los ayuntamientos y comarcas tenemos que elegir:
O comar fuertes y ayuntamientos cuyas competencias se restrinjan a cuestiones meramente administrativas y los servicios e inversiones recaigan en las comarcas
O ayuntamientos fuertes y mancomunados en donde las comarcas no tendrían ningún sentido.

Poniendo todas las cartas sobre la mesa, desde una postura progresista no se puede consentir que el esfuerzo de los trabajadores en forma de impuestos se despilfarre para crear una red clientelar.
Hasta más ver.

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