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Mi molesta opinión: felicidades
Aunque he de reconocer que en alguna ocasión he enarbolado alguna bandera , no soy persona de banderas. Sin embargo en estos días en los que “la roja” está dando alegrías a los aficionados al fútbol debo reconocer que me estoy alegrando de ver, a los demás, con la bandera española en manos, coches y balcones. Parecía como si sólo los vascos, catalanes y poco más tuvieran derecho a llevar banderas. Los españoles parecíamos acomplejados, como si tuviéramos que andar pidiendo perdón por serlo. Nos hacen sentir culpables los catalanes de que tienen una almorrana en el culo y no se la quieren operar. Nos quieren hacer sentir culpables los vascos porque les ha salido un orzuelo y no quieren ir al oculista. Y hay otros nacionalistas que tienen granos pajeros y nos quieren hacer creer que es de una intoxicación de España. Quien se tenga que operar que se opere. Pero que sepan que yo no he invadido a nadie. Ellos son descendientes de los invasores que se quedaron allí. Mis ancestros siguen aquí.
La selección española de fútbol ha sido la excusa. Yo soy de la bandera, de la España, de Machado, de Miguel Hernández, de Azorin, de los Baroja, de Ortega , de Buñuel, de Lorca, de Paco Ibáñez, Unamuno, Fernando Savater, Arturo Pérez Reverte, … ¿Qué en algunos casos enarbolaban la tricolor con la franja morada, pues yo también me sumo. A cualquiera de las dos. Me es indiferente. Ambas representan los mismos valores de igualdad y transigencia. Lejos de las imposiciones de franquistas y nacionalistas.
El alcalde de Barcelona puso todas las trabas posibles para que la gente pudiera asistir a ver a la selección española en la plaza de España de Barcelona. ¡Que se opere!
Felicidades para los españoles de bien. Que son la mayoría.