Opiniones

José Alberto Pellicer. Simplificar las huelgas

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Si uno observa con detenimiento el seguimiento de la huelga, todo se reduce a unas cifras. El gobierno habla de un tanto por ciento y los sindicatos del mismo multiplicado por cuatro. Cada uno hace sus apreciaciones, sus cálculos, porque se sabe que no valen ni uno ni otro. Tampoco vale hacer una media, porque puede que en algún caso alguien no mienta o mienta poco.
Parece mentira que esto ocurra en la era de internet. Propongo una solución muy sencilla. El día de la huelga, para empezar, todo el mundo acude a trabajar. Así evitamos de una vez todos los temas de servicios mínimos, de piquetes coactivos, de piquetes informativos, de trabajo de la policía y de estadísticas, apreciaciones, valoraciones barriendo para sí de la patronal, de los sindicatos, de los gobiernos de distinto pelo de España, nacionales y autonómicos.
Luego cada trabajador deposita una papeleta diciendo si ha querido hacer huelga o no. Se cuentan los votos y sin lugar a dudas se sabe con total certeza el tanto por ciento de personas que hubieran hecho huelga. Con esos datos cada uno toma sus decisiones. Ya está.
Se puede complicar un poco más para ser más válida la opinión de los ciudadanos. Se puede ampliar la votación a los parados, con una papeleta de un color distinto. También podrían votar los jubilados con otro color. Si se estima conveniente hasta los empresarios, con otro color de papeleta. Y si se quiere rizar más el rizo se pueden poner muchas más opciones. Yo apoyo la huelga, pero no a los sindicatos. Yo apoyo la huelga y a los sindicatos. Yo apoyo a la huelga, a los sindicatos y al presidente del gobierno. Yo no apoyo a nadie. Yo no sé lo que apoyo,… y todo lo que se quiera.
Los datos serían ciertos, sin problemas, sin gastos, sin ruinas, por autonomías, por comarcas, por pueblos, por zonas industriales, zonas rurales, por sexo, por edad y por lo que se quiera.
Como la huelga ha supuesto un sacrificio por parte de empresarios y trabajadores que han perdido la producción o la parte del salario, todo aquel que vote que está a favor de la huelga deberá indicar dónde quiere que vaya la mitad de su salario y una parte proporcional del beneficio que tiene el empresario.
¡Qué limpio! ¡Qué sencillo! Pero estamos condenados a complicarnos.


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