Creo que es de buena educación iniciar esta andadura en
bajoaragondigital.com con una breve presentación personal para quienes
no me conozcan, que serán muchos. Les diré que soy periodista, de
vocación, profesión y -lo menos importante quizá- título, y que mi
principal dedicación profesional actual la ejerzo como funcionario en
el Ayuntamiento de Alcañiz. Basta y sobra aquí, y quien quiera más ya
sabe dónde y a quién dirigirse.
La realidad diaria nos ofrece, a menudo y a la mayoría, numerosos y
legítimos motivos para explicar nuestros puntos de vista en público a
quienes tenemos la fortuna de poder salir a la red en medios de
comunicación digitales. Como en algo hay que centrarse para escribir
en 20 líneas, me referiré a la presentación de una candidata a la
Alcaldía de Alcañiz, avalada por la asistencia del principal dirigente
nacional de su partido político, que es de representación estatal.
Asistieron los medios a la convocatoria del partido, y la mayoría se
hizo eco de la noticia de manera proporcionada a su importancia: la
candidata en cuestión es la actual alcaldesa. ¿Y qué hizo Heraldo de
Aragón, que se autoproclama "decano de la prensa aragonesa"? Le dedicó
un mísero breve de apenas 80 palabras, mientras a cinco columnas y dos
fotografías abrió página con una noticia "de congelador" referida a
dos clubes de fumadores que apenas representan a unas decenas de
miembros, frente a los miles de electores alcañizanos. Sabemos que
Heraldo no comulga con las ideas de la candidata en cuestión, pero en
mi modesta opinión la profesionalidad debería estar por encima de
simpatías y antipatías personales y colectivas, especialmente en los
medios de masas. Con "heraldos" así, pobres perspectivas nos esperan a
quienes no somos más que humildes "vasallos" de la profesión
periodística.