Opiniones

Miguel Ángel Jarque. Estimado Alcañiz

Cada vez está más cerca la hora de juzgar a quienes nos gobernarán. Para finales de mayo ya sabremos si continúa la alianza de IU-PSOE o vuelve al ayuntamiento la derecha. Todos los políticos ya empiezan a tomar posiciones para la salida, rumbo al poder del pueblo.
Unos, el bloque tradicional PAR-PP, que ya conocen lo bien que sienta mandar (pues han disfrutado de ese privilegio cuarenta años o más). El municipio alcañizano los votaba y toda la comarca los acompañaba, coincidía en elegirlos. Los habitantes de Alcañiz estaban contentos y la oposición luchaba contra un muro imposible de derribar.
Hoy, después de estos años en los que IU-PSOE ha logrado refrescar el ambiente, se chocan con multitud de problemas graves para proseguir su andar victorioso. La crisis económica global ha logrado con su peste que muchas tiendas, comercios o talleres cierren sus puertas. Que el presupuesto vuelva a ser escaso como el año anterior. Luego, la deuda enorme, facturas impagadas a proveedores, empresarios cabreados con el consistorio, despidos problemáticos, edificios públicos que se emplean poco y han costado mucho.
La parte positiva de la izquierda es la mejora del trazado urbanístico, que no tiene nada que ver con cómo estaba hace quince años. Hay más calles peatonales, más barrios arreglados (casco viejo), más armonía con la naturaleza, el aire está más limpio, hay más cuidado por nuestro patrimonio arquitectónico, más seguridad (más policías y guardia civil), más integración laboral, con sectores difíciles de integrar en el trabajo (empleo de jardineros dado a discapacitados). También hay más concienciación por la cultura y más participación del individuo en las decisiones importantes que afectan a la ciudad. Más información (más emisoras e internet), más impulso turístico de la ciudad, más ayudas económicas a las asociaciones a pesar de la crisis.
Yo ya sé cuál va a ser mi voto. Ahora, son ustedes los que deben valorar quién se merece el título de alcalde y los que tendrán que conformarse con la oposición durante al menos tres años.

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