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Cuando se vive en una casa cuyas estructuras y cimentaciones son defectuosas y amenazan con ruina y peligro de quedarnos sepultados debajo o que nos salpiquen los cascotes, lo más sabio es construir otra casa, mucho más perfecta, de agradables formas, donde de gusto estar en casa.
Tal es la imagen del estado social y el sistema mundial económico. La imagen del fermento humano de los últimos milenios ha llegado al límite. Todos podemos ver la inmensa cantidad de corrupción en los estados, en la política, en lo militar, en los hogares, en las casas reales, el vaticano y todo el enorme acaparamiento que tienen en los medios de comunicación, maestros de la ilusión, pero ante todo, la adoración al dinero tan desmesurada que hay, y la escasez, carencia, violencia y profunda injusticia que sufre gran parte de la población mundial. Si hablamos de la destrucción de nuestro hogar, os puedo decir que Tierra no hay más que una, y un planeta tan bonito, lleno de vida y de posibilidades para vivir con dignidad sobre la madre es algo que deberíamos agradecer todos los días. Pero su diversidad biológica está siendo destruida, su pureza, su esplendor. Una pregunta: ¿Dónde te sientes bien? ¿A que en el campo se está de maravilla? Uno va allí a desintoxicarse del tóxico de estos tiempos. ¿Aprenderemos a vivir en armonía entre nosotros y con la naturaleza viéndola desde el corazón? Yo creo que sí, pero el camino de retorno es largo, tan largo como queramos que sea. Puede ser cuestión de un momento en el que tengamos la oportunidad de crear una nueva manera de entender a la sociedad humana, de crear un nuevo orden en armonía con todo lo que vive. Estamos hablando de respeto señores.
Dicen que quieren prohibir todas las plantas medicinales en Europa. Que sólo las farmacéuticas tengan el poder de comercializarlas y sintetizarlas y artificializarlas y, y, y…Es una ley que quieren poner en vigor. Control total de la medicina natural y control total de la enfermedad: ¡Vacunaciones masivas! ¡Fármacos a tutiplén! ¡Quien da más! ¡De vez en cuando inventamos pandemias! ¡También envenenamos las aguas! ¡Y el aire! Ja, Ja, Ja, ¡Viva el mal! ¡Viva el capital!
Respira, respira y tomate una infusión de tomillo y respira el aire puro que nuestra madre tierra nos da. Buen sol que nos da la energía. Al final tendremos una bonita casa, un nuevo hogar.