Opiniones

Rubén Pascual. ¡Que fluya el agua!

En cuanto se dice izquierda, se dice derecha. En cuanto se dice unidos, se está hablando de otra cosa. Cuando el agua fluye por las calles y entra dentro de las casas, todo va limpiándose. Los egos friccionan y producen el calor que aviva las diferencias. Cuando la ciudad donde vivimos es  capaz de romper el equilibrio ecológico de su entorno, eso sólo generará desasosiego y una incómoda sensación.
Mientras tanto la vida continúa y se puede hacer como si nada,  como si simplemente tuviéramos que comernos lo que nos dan sin rechistar.
O plantearnos desde dentro, si todo lo que nos pasa  no es más que un reflejo de nuestro interior.
Si no regeneramos nuestra cultura, esto parecerá el día de la marmota, condenada a repetir los mismos errores una y otra vez: Izquierda-Derecha, Ciencia-Espíritu, Hombre-Mujer, Negro-Blanco. Es lógico pensar así, pero mente y corazón pueden estar unidos. ¿Unir las partes para un propósito común? ¿Para una forma nueva de vivir sobre la Tierra?
Ahí vamos caminando…

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