Leo este jueves en Diario de Teruel la columna de la periodista Maribel Sancho sobre la visita de la Consejera de Asuntos Sociales y Familia a Calanda para inaugurar la nueva sede de los Servicios Sociales de la Comarca del Bajo Aragón en la que hace referencia a la negativa de la Consejera a contestar a ciertas preguntas de los periodistas y vienen a mi cabeza dos reflexiones. En primer lugar, la valentía de la periodista por atreverse a publicar su opinión al respecto (faltaría más, podríamos pensar, pero entonces ¿por qué me ha llamado la atención si se supone que esto debe ser lo normal). Por otra parte, no es la primera vez, y seguro que no es la última, en que los políticos se niegan a contestar a las preguntas que, de forma correcta y siguiendo la actualidad que interesa a la gente de a pie, plantean los periodistas. No es de recibo que se convoque a la prensa sólo para hablar de lo que los políticos quieren, porque para eso, como dice Maribel, se manda una nota y ya está. Como verán, no he hecho referencia al partido político al que pertenece la consejera, y por cierto, todos los cargos que la acompañaban (¿por qué fue el vicepresidente de la Comarca y no el presidente si no es porque el primero pertenece al mismo partido que la consejera?). Y no lo he hecho porque esto vale para cualquier político de cualquier partido. La prensa hace su trabajo, y los políticos, todos, deberían respetarlo. Felicidades Maribel por tu buen hacer en el Bajo Aragón.