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A licitación el mantenimiento de embalses, balsas y canales del Bajo Aragón
La Confederación Hidrográfica del Ebro ha sacado a licitación el proyecto de conservación y mantenimiento de las infraestructuras hidráulicas de las cuencas del Martín, Guadalope y Matarraña.
El presupuesto base es de 333.432 euros e incluye los trabajos de conservación general en embalses, canales, caminos de servicio, colectores, desagües y cauces en zona de evacuación de los embalses. Unas actuaciones que son necesarias para la explotación de las infraestructuras y el ahorro en el uso del agua.
Los beneficiarios de este mantenimiento son los embalses de Santolea, Calanda, La Estanca, Gallipuén, Cueva Foradada y Pena y las balsas laterales de Valcomuna (entre Maella - Zaragoza y Mazaleón - Teruel) y La Trapa (Maella). A esto se suman la conservación del canal Calanda-Alcañiz, canal alimentador de La Estanca, y el canal de Caspe.
En los embalses se prevén actuaciones generales en accesos, coronación, urbanización exterior, edificios de explotación con limpiezas, adecuaciones, acondicionamientos de edificios. En los canales se realizarán limpiezas de fangos y acarreos, desbroces, reposiciones, reparación de cajeros, reparación de grietas, así como las reparaciones y limpiezas de caminos de servicio de colectores y desagües.
Todas las actuaciones se realizarán coordinadas con los usuarios. Las obras en el interior del cauce se tenrán lugar al finalizar la campaña de riego o en los cortes durante la misma y siempre permitiendo dar suministros puntuales a las poblaciones que se abastecen del canal y sus acequias principales, si fuera necesario, indican desde la Confederación.
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Agilizan un proyecto que prevé más de 80 empleos en el Bajo Aragón
El Gobierno de Aragón ha declarado Inversión de Interés Autonómico un proyecto del grupo SAMCA que prevé la creación de 58 puestos de trabajo directos y al menos una treintena de indirectos en el Bajo Aragón, con una inversión de 16,3 millones de euros.
Contempla la creación en Alcorisa de una planta para fabricar piezas cerámicas para fachadas y de un centro de I+D+i para el desarrollo de nuevas pastas y productos cerámicos. Su funcionamiento está previsto para el primer trimestre del 2020.El proyecto supone la continuidad en las explotaciones mineras de arcillas de parte del personal de los grupos mineros de extracción de carbón a cielo abierto que la empresa tiene en la provincia de Teruel, desde los que se ha estado suministrando carbón a la Central Térmica de Andorra y permitirá la recolocación de parte de los trabajadores afectados por el cierre de la mina en el corto plazo más inmediato, indican desde el Gobierno de Aragón.
Esta inversión del grupo empresarial se une a su proyecto integral de fabricación de fertilizantes organominerales, declarado Inversión de Interés Autonómico el pasado 12 de febrero, que supondrá una inversión de más de 41 millones de euros y la generación de 85 puestos de trabajo directos. "Ambos proyectos contribuirán a mitigar el impacto socioeconómico derivado del cierre de la térmica y el fin de la minería del carbón destinado a uso energético y, gracias a la Declaración de Inversión de Interés Autonómico, contarán con una mayor agilidad administrativa, reduciendo a la mitad los plazos ordinarios", indican desde la administración autonómica.
Detalles del proyecto:
El grupo SAMCA ha ido incrementando en la provincia de Teruel su actividad relacionada con el empleo de arcillas para usos cerámicos a partir de varias explotaciones mineras ubicadas en Ariño, Oliete, Estercuel y Castellote, de las que el año pasado se extrajeron cerca de un millón de toneladas de arcillas. A raíz de esta actividad minera y de los centros de tratamiento de arcilla con los que cuenta, SAMCA ha decidido desarrollar un proyecto global asociado a la valorización de las arcillas extraídas, que incluye tres actuaciones complementarias.
La primera está vinculada a la investigación y explotación de las distintas variedades de arcillas en los diferentes derechos mineros que el Grupo SAMCA tiene actualmente en la provincia de Teruel.
La segunda es la creación de una planta de fabricación de piezas cerámicas para fachadas ventiladas que se ubicará en Alcorisa. En esta misma localidad se instalará la tercera pata de este proyecto, un centro de I+D+i, para el desarrollo de nuevas pastas cerámicas con arcillas de la provincia e investigación en nuevos productos cerámicos. Esta nueva fábrica se ubicará en las antiguas instalaciones de la planta de Gres de Aragón -perteneciente al Grupo SAMCA- en Alcorisa, que serán rehabilitadas y equipadas con la última tecnología, permitiendo el aprovechamiento del «know-how» y el conocimiento del mercado y la tecnología ya desarrollada por Gres de Aragón en sus instalaciones de Alcañiz.
El nuevo Centro de I+D+i se unirá y coordinará a los centros de investigación con los que ya cuenta el grupo en Estercuel y Ariño, que vienen impulsando desde hace tiempo la investigación y desarrollo en esta materia. La ubicación de las nuevas instalaciones en Alcorisa es una decisión expresa del grupo empresarial para garantizar que los efectos de creación de riqueza y de empleo se concretan en la zona y permiten mitigar los efectos del cierre de la actividad minera vinculada al carbón de uso energético.
El proyecto conjunto engloba también todas las inversiones asociadas a sus centros mineros de producción de arcillas, ubicados en diversos emplazamientos de los términos municipales de Ariño, Oliete, Gargallo, Estercuel, Castellote, Huesa del Común, Crivillén y Molinos, incluyendo los derechos mineros en sus distintas fases de tramitación, y la actividad de tratamiento de mineral, que se llevará a cabo en las plantas ubicadas en Ariño y Gargallo.
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Los olivos de Oliete para la formación y el empleo
Ocho alumnos participan desde mediados de febrero en un Taller de Empleo sobre agricultura para el manejo del olivar en Oliete.
Además de experiencia, el taller les proporciona un certificado de profesionalidad como auxiliares en esa tarea y podrían quedarse a trabajar en el pueblo, que tiene un censo estimado de 100.000 olivos centenarios, según datos del Gobierno de Aragón, la mayoría abandonados por la falta de relevo generacional para mantener las explotaciones.
“Los olivos y el aceite, en una zona que cuenta con una denominación de origen, son recursos que teníamos al alcance de la mano, pero había muchas dificultades para encontrar a gente que quisiera trabajar con ellos. Por eso nos pareció una buena idea organizar este Taller de Empleo”, explica Constanza Martín, la ingeniera agrónoma que dirige el taller.
Su objetivo, según Constanza, es “formar a desempleados de Oliete en el manejo del olivar bajo procedimientos ecológicos con la intención de que algunos puedan incorporarse en el futuro a la actividad diaria agraria que lleva a cabo la Asociación para la recuperación de olivos yermos de Oliete, entidad fundada hace 5 años y en continua expansión tanto en la recuperación de olivos como en la posterior producción de aceite en su almazara.
Los alumnos aprenden sobre la preparación del terreno, plantación y siembra de cultivos agrícolas; riego, abonado y aplicación de tratamiento de cultivos agrícolas, recolección y mantenimiento de explotaciones agrícolas, todo ello muy ligado al olivar. El curso lo imparte Íñigo Lobera, también ingeniero agrónomo.
Alberto Alfonso es uno de los 5 socios cofundadores de la Asociación para la recuperación de olivos yermos de Oliete, una entidad que ha recuperado en menos de cinco años 7.200 olivos en la mayoría de los casos a través de contratos de custodia del territorio con los propietarios de las fincas. “Firmamos un documento por el que los propietarios nos ceden las fincas durante 10 años. Trabajamos en recuperar los olivos y a partir del sexto año le remitimos al propietario el 10% de la cosecha de aceite y el resto de la producción se queda para la venta propia de la Asociación”, explica.
Como vehículo promocional la Asociación, en la que en el futuro podrían integrarse como trabajadores algunos de los participantes en el Taller de Empleo, ha echado mano de la figura del apadrinamiento de olivos. “Quien apadrina olivos, además de recibir aceite virgen extra, visita el pueblo, lo conoce y de alguna forma contribuye a su mantenimiento. Se trata de un proceso sostenible, social, solidario y saludable”, explica Alberto Alfonso.
Sobre la almazara, que empezó a funcionar en 2016 y de la que han salido varias cosechas de aceite, indica que “queremos que todo esto perdure en el tiempo. Con personas cualificadas, generar empleo desde la base y frenar el proceso de despoblación que ha sufrido Oliete, que llegó a tener 3.000 habitantes y ahora apenas alcanza los 365 censados”, dijo Alberto.