Cultura

Alcañiz tiene un lienzo de la “Última Cena” único, oculto y sucio

Alcañiz cuenta con un lienzo anónimo de la “Última Cena” sin igual en Aragón y que, al parecer, es el cuarto en España de esas características. Pese a su aparente importancia y a que el nombre del autor podría saberse si se somete a una limpieza, la pintura permanece oculta, sin que se haga nada por ser restaurada. Nada, salvo la insistencia de su descubridor, que lleva años topándose contra un muro cada vez que mueve hilos para que pueda ser recuperada, investigada en condiciones y expuesta al público.

Hace ocho años que el alcañizano Jesús Ponz Zapater encontró un lienzo mientras cuidaba los libros de la capilla de la Soledad de la iglesia Santa María la Mayor de Alcañiz.

Estaba enrollado en el suelo y doblado sobre una parte del marco. La pintura, de 2,80 metros de alto por 2,20 metros de ancho, representaba la “Última Cena” de manera nada habitual: en formato vertical. Además, contaba con la representación, sobre la mesa, del Santo Grial que se conservaba en Valencia.

Se cree que esta obra podría ser del siglo XVII. La bandeja con el esqueleto del animal que Jesús y los apóstoles se han cenado, así como la media naranja, recuerda a los bodegones del género “vanitas” propios de ese siglo, en los que se representaba lo efímero de la vida.

Ponz considera que “tenemos un cuadro digno de ser restaurado y expuesto, pues hay pocas Cenas en vertical y sólo tres, con esta cuatro, que tienen el Santo Grial entre los objetos encima de la mesa”.

“Desde la Comisión de Patrimonio del Arzobispado de Zaragoza, a la que hice llegar una fotografía, me dijeron que en Aragón no hay una pintura con estas características”, dice el investigador, que cuenta con una estimación presupuestaria para la restauración de alrededor de 9.000 euros, elaborada por el Centro de Restauración Santa María de Albarracín.

Ponz encontró varios documentos descriptivos de la iglesia de Alcañiz en los que se menciona la Última Cena. La primera de las alusiones en estos documentos es de 1595, cuando la iglesia fue visitada por el arzobispo de Zaragoza Alonso Gregorio.

El investigador explica que “cuando en 1736 se echa abajo la iglesia gótica y se edifica la actual, las pinturas que en ella había, las recogió uno de los canónigos en su casa. Posteriormente se devuelven”.

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