Carmen Morte hablará de la estancia de Carlos de Gante en Alcañiz
La historiadora del arte Carmen Morte impartirá la charla “La estancia de Carlos de Gante en Alcañiz. Pompa y circunstancias en las entradas imperiales” este miércoles, 22 de noviembre, a las 19:30 h., en la biblioteca de Alcañiz.
La actividad se enmarca en la conmemoración del 75º aniversario del Instituto de Estudios Turolenses.
Estas son unas pinceladas de lo que tratará la charla, facilitadas por los organizadores de la charla:
““Viniendo el emperador, y Rey Nuestro Señor Don Carlos de inmortal memoria, de Valencia a la Villa de Monzón a celebrar Cortes urgentes, para Aragoneses, Catalanes y Valencianos, pasó por esta villa de Alcañiz, y vino a ella, martes, 26 días del mes de mayo del año 1528”.
La entrada a la villa fue bajo palio de brocado y fue recibido, entre otras personalidades, por Juan de Lanuza, Comendador Mayor y Lugarteniente general de Aragón. Al día siguiente, el emperador oyó misa solemne en la iglesia de Santa María la Mayor, en donde le habían preparado un lujoso sitial. Acabada la ceremonia religiosa, juró los “Privilegios, fueros, usos, libertades, y franquezas de la villa de Alcañiz”. A continuación, se dirigió al Palacio de Juan de Vespín, donde se alojaba, y después de comer partió para Caspe. En el séquito del emperador figuraban destacados miembros de la nobleza, así como Comendadores de Santiago y de Calatrava.
Se conserva un interesante documento en donde se detallan las cantidades gastadas en esta visita imperial, en las que también se incluye la donación a Carlos de Gante de “400 ducados de oro en un pañuelo”, además de otros “presentes”.
Las circunstancias de su visita a los distintos territorios de la Monarquía Hispánica iban casi siempre unidas a los acontecimientos históricos del momento, por ello no existía un protocolo único.
Para comprender lo que significaban estas estancias, conviene analizar el itinerario en los desplazamientos, siendo aspectos importantes el tipo de montura y su guarnición, así cómo se engalanaba el entramado en el recorrido urbano, la participación ciudadana y el acompañamiento musical.
Sin olvidar los objetos de uso implicados en las ceremonias áulicas y servicios religiosos (artículos textiles, de orfebrería, mobiliario o instrumentos musicales), además de los artefactos escénicos para los entremeses de los banquetes”.