Cultura

Luis Miguel Sánchez y Esteban Torres ganan el Juan Martín Sauras

El vigésimo sexto concurso de relatos cortos “Juan Martín Sauras”, que organiza la biblioteca de Andorra, ya tiene ganadores. El primer premio, de 1.200 euros, ha recaído en Luis Miguel Sánchez Tostado, de Jaén, por su obra “Aquel cielo carmesí”. El segundo premio, de 600 euros, es para Esteban Torres Lana, residente en Tenerife, por “Ángela se mece entre las olas”.

Se han presentado 189 trabajos procedentes de distintas comunidades autónomas españolas y de otros diez países (Argentina, Chile, México, Cuba, Colombia, Bolivia, Portugal, Uruguay, Bélgica y Francia).

La entrega de premios tendrá lugar este jueves a partir de las 17:30 h., en el Espacio Escénico de la Casa de Cultura de Andorra.

Estas son las obras ganadoras:

“Aquel cielo carmesí”
“Aquel cielo carmesí” es un relato de ficción forjado sobre un hecho real: la extraña aurora boreal que, durante la noche del 25 al 26 de enero de 1938, tiñó de rojo el firmamento durante una de las mayores tormentas geomagnéticas del siglo XX.
Los habitantes de las zonas meridionales no conocían estos fenómenos por inhabituales. Aquella noche, millones de personas en Europa, creyeron que se trataba del fulgor de un gran incendio. El periódico El País, en su edición digital del 18 de agosto de 2019 publicó un artículo con el siguiente titular: “¿Dónde está el fuego?”: la aurora boreal que aterrorizó a España en plena Guerra Civil”.
Aquella aurora roja apareció en plena batalla de Teruel, uno de los episodios bélicos más sangrientos de la contienda. Allí, soldados y oficiales pocos o nada instruidos, atribuyeron aquel fantasmagórico cielo encarnado, primero a una maldición del cielo, después a algún veneno que se habría esparcido por vía aérea para gasear mortalmente al enemigo. Es en este contexto histórico donde se desarrolla la tierna historia de Marañas, un joven cabo que sufre cierta limitación intelectual, y el brigada Ortuño, un áspero suboficial que vivirá una experiencia que marcará su vida con la aparición de aquel cielo carmesí.
El texto es fundamentalmente un alegato a los injustos prejuicios sobre las personas con discapacidad intelectual, al comportamiento del ser humano en casos extremos y a cómo tratamos de explicar lo inexplicable cuando el desconocimiento nos ciega, lo que hace que nada sea como parece.
(Luis Miguel Sánchez Tostado).

“Ángela se mece entre las olas”
La vida nació en el mar y es para muchas personas objeto de íntima fascinación. Puedo quedarme viendo una rompiente muchos minutos sin atender a otra cosa. He vivido muchos veranos de mi infancia y adolescencia en una playa del cantábrico, donde a veces he pasado momentos de miedo entre resacas y espumas que me zarandeaban de un lado a otro.
Creo que de estos momentos de recuerdo nació Ángela en mi imaginación literaria. Su enfrentamiento con el mar en un día de galerna, arrastrada al peligro por una idea disparatada que le surge de su intimidad de mujer, refleja muchos de los miedos que, en ocasiones, me producía el mar. Junto a ella, Luis, su marido, que acepta el desafío incapaz de dejarla sola ante la aventura. Ambos, tan indefensos ante la fuerza brava de la mar alborotada, hacen la historia. Junto a la valentía de la pareja, el rescate de la niña, la admiración del hombre por la pelea de Ángela y su salida del mar como Afrodita triunfante, conforman el clímax del relato, que tiene un giro final cuya interpretación delego en la persona lectora junto con mi gratitud por hacerlo.
(Esteban Torres Lana).

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