Chapa y muros de hormigón
Tras la limpieza de gravas de la bodega, levantaríamos unos muros de hormigón en cada lateral que sujetarían estas chapas y que posibilitarían acceder al interior.
La primera de estas chapas, de 70 cm de profundidad, fue colocada a base de golpes de maza como si se tratase de una cuña. Tras no pocos esfuerzos, conseguimos meterla hasta la profundidad adecuada.
Sin embargo, vimos que no era suficientemente larga. Las gravas del techo seguían sin estar compactadas y la bóveda de ladrillo seguía sin aparecer, por lo que fue necesario introducir otra chapa más y colocarla a continuación. Esta segunda chapa tenía un metro de profundidad, y juntas sumaban 1,70 metros, que juzgamos suficiente en ese momento para conseguir llegar hasta esa supuesta pared que cerraba el acceso al pasadizo.
Los trabajos se realizan en la bodega del número 48 de la calle Mayor.
Autor: Javier Zardoya.
Más información en: http://zardoya.blogspot.com/p/pasadizos-de-alcaniz.htm