Artículo de Alberto Andrio: ¿Cuándo pueden perder en Aragón los padres la custodia de sus hijos?
¿CÚANDO PUEDEN PERDER EN ARAGÓN LOS PADRES LA CUSTODIA DE SUS HIJOS?
Es evidente que el niño siempre necesitará de la protección de sus padres y cuando estos no puedan velar por su bienestar, la relación paterno-filial se verá destruida, pudiendo los padres perder la custodia de sus hijos.
En ocasiones, las autoridades locales o la propia Diputación General de Aragón, que es la que tiene transferida estas competencias, son informadas de prácticas inseguras o maliciosas que pugnan contra los deberes de protección de los menores, bien por un vecino, un profesor del colegio, cualquier asistente social, o incluso, un pariente muy cercano conocedor de la existencia del riesgo y mal ejemplo para el menor.
Todo lo anterior puede provocar el inicio de una investigación oficial en la que los progenitores se arriesguen a perder a sus propios hijos por maltrato a los mismos, siempre que no mejoren su conducta y hábitos de trato con los niños.
El abandono infantil es una forma de maltrato que puede suceder cuando alguien de forma intencionada no le proporciona al pequeño alimentos, atención médica, u otras necesidades perentorias, pudiendo, en ocasiones, el causante de estos daños llegar a estar incurso en un delito de abandono de familia.
En estos casos, no solamente se podrá perder la custodia de los hijos sino también la patria potestad o autoridad parental en Aragón.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS MÁS FRECUENTES?
• Abuso infantil: el abuso de cualquier tipo, ya sea físico o sexual, es el motivo principal por el que los padres pueden perder la custodia de sus propios hijos.
Herir a un niño y causarle daño emocional y físico no es algo que el Estado tolere.
Cuando un padre se separa de su cónyuge por haber existido comportamientos abusivos o violencia, suele llevar consigo la perdida de la custodia de sus propios hijos, debido al comportamiento violento o abuso sexual.
Cuando ambos padres son responsables de la situación, el Estado si los considera responsables, les quitará la custodia del niño y lo colocará en hogares de acogida, bien sean institucionales o en acogimiento preadoptivo, tratando de velar por la seguridad de los pequeños hasta que se resuelva definitivamente la adopción de los mismos.
• Negligencia infantil: la negligencia está íntimamente relacionada con no proporcionar a los niños los medios adecuados para mantener un estilo de vida sano y seguro, ejemplo de lo cual podría ser cuando los padres no practican una buena higiene con sus hijos, mantienen la casa sucia, descuidan su limpieza, no los llevan al médico o a la escuela, ni se preocupan de su posible escolarización, instrucción y rendimiento académico.
Sin embargo, puede haber otras situaciones más graves cuando no los alimentan, los dejan con objetos peligrosos en casa y son acusados de comportamiento negligente por poner en clara situación de peligro al niño.
Cuando los padres no fomentan la educación de sus hijos a través de la asistencia al colegio pueden ser acusados igualmente de negligencia por descuidar la educación de estos.
Las señales externas de que un niño puede estar afectado por negligencia de sus padres, puede producirse cuando el pequeño no va a la escuela con regularidad, está mal vestido, aparenta suciedad, o síntomas de que nadie en su casa se ocupa de él.
• Abandono: la negligencia y el maltrato emocional es evidente que pueden generar gran dolor y riesgos innecesarios al niño, ya que cuando este es maltratado físicamente, el maltrato emocional también estará presente.
El abandono infantil puede existir cuando el niño es testigo de violencia o maltrato severo, cuando se le insulta, amenaza con violencia y no se le proporciona un ambiente seguro y un apoyo emocional adecuado, mostrando indiferencia por el bienestar del hijo.
• Comportamientos parentales ilegales: cuando los padres son apresados y acusados de actos ilegales, como pueden ser la venta de sustancias estupefacientes, el robo o la participación en actos violentos, puede originar que estos pierdan la custodia de sus hijos si son condenados a penas de cárcel, al determinar los Tribunales que el hábitat del pequeño no es seguro ni adecuado para el niño si sigue permaneciendo con sus padres.