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Andrea, una alcañizana miope que ve sin gafas ni lentillas

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Para una persona con miopía, el hecho de poder ver perfectamente sin gafas ni lentillas le lleva a pensar en una única opción: la cirugía.

Sin embargo, hay otra opción y se ha implantado en el Bajo Aragón. La joven alcañizana Andrea se ha decantado por ella y asegura que su vida ha cambiado para bien, que es mucho más cómoda.

Se trata de las lentes de contacto ORTO-K, que suministra la Óptica Bajo Aragón. Se usan únicamente de noche, mientras dormimos, que es cuando las lentillas actúan corrigiendo la miopía.

Al contrario que unas lentillas normales, las ORTO-K se quitan durante el día y  el usuario al levantarse ve perfectamente, como si no tuviera miopía.

Así lo explica Andrea, que ha tenido que usar gafas desde los ocho años y actualmente tiene cuatro dioptrías y media.

Ella se decantó por las ORTO-K, aparte de por la libertad que le supone no tener que depender de gafas ni lentillas en su día a día, a la hora de practicar deportes o de bañarse en la playa o la piscina, porque le aumentaba la miopía y quiso poner freno a este aumento.

Y es que desde la Óptica Bajo Aragón aseguran que “se trata de la única técnica demostrada con amplios estudios importantes a nivel internacional que ayuda a frenar el avance de la miopía juvenil y, además, las lentes Orto-K CRT que adaptamos están aprobadas por la muy exigente F.D.A. de Estados Unidos (Ministerio de Sanidad)”.

Además, explican que esta alternativa “no es invasiva y no genera efectos secundarios”. Estas lentillas pueden ser usadas tanto por miopes altos (de 5 dioptrías) como por quienes únicamente tienen una dioptría.

“Cuando te levantas ves muy cómodamente, como si llevaras las gafas o unas lentes de contacto, pero sin ellas”, explica Andrea.

Esta joven alcañizana indica que la colocación de estas lentillas es muy similar a la de cualquier otras, que en cuanto le “pillas el truco” es muy sencillo y que “son muy cómodas para dormir”.  Pese a que al principio Andrea pensaba que le molestarían o las notaría a la  hora de dormir, lo cierto, dice, es que “en cuanto cierras los ojos no se nota absolutamente nada, son súper cómodas”.

Desde la Óptica Bajo Aragón realizan revisiones periódicas a Andrea, quien se muestra satisfecha con este control, porque, dice, le proporciona “seguridad”.

Andrea quiere continuar más años usando estas lentillas por los buenos resultados, indica, que le dan y las recomienda “a todas las personas que sean miopes como yo”, porque su caso, dice, es una prueba de que funcionan bien y porque “el día a día es súper cómodo y súper práctico”.

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