Reportajes

Cuidado con los recipientes plásticos

El Bisfenol A es un producto químico usado en la fabricación de plásticos que se usan para envolver alimentos y bebidas, como biberones, botellas y fiambreras. Está comprobado que el bisfenol pasa del recipiente al alimento o a la bebida. Hay estudios que lo relacionan con trastornos como la diabetes, el cáncer de mama y de testículos entre otras graves alteraciones.
Ecologistas en Acción, científicos y otras organizaciones de salud y medio ambiente han remitido una carta a la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos para que se tomen medidas frente a los peligros de esta sustancia.

Hemos querido preguntar sobre este tema al médico Rafael Sáenz Guallar sobre los peligros de algunos componentes de los plásticos como el Bisfenol A.

Rafael nos explica además cómo saber seleccionar los plásticos adecuados para contener líquidos y alimentos:


Rafael Sáenz Guallar (médico)El bisfenol A (BPA) es un producto químico usado en la fabricación de un plástico que está en numerosos objetos de nuestra vida cotidiana, como las fiambreras (de plástico duro y transparente), en cañerías, botellas de agua e incluso los biberones de los bebés. También se encuentran en las latas de conserva, pues llevan un revestimiento plástico en su interior. Se identifican por tener un número 7 grabado en su base.

Existen estudios en experimentación animal sobre los efectos de la exposición a esta sustancia y otras como los talatos. En ellos se comprueba que pueden producir alteraciones en el sistema nervioso, en las neuronas, esterilidad, diabetes o dolencias cardiacas, e incluso se han relacionado con el cada vez más frecuente cáncer en los testículos, con un incremento de cáncer de próstata y de mama. Otros estudios publicados en los últimos años han evidenciado la relación de este compuesto con alteraciones del ciclo hormonal. Entre otros, investigadores alemanes han puesto de manifiesto la presencia de altas dosis de bisfenol A en sangre y cordón umbilical de mujeres embarazadas y han correlacionado su presencia con la aparición de anormalidades en fetos y recién nacidos.

 

Parece ser que no es necesario consumir grandes cantidades de estas sustancias para que se produzcan esos efectos perjudiciales. Aunque  sean solamente mortales en dosis muy altas, las pruebas científicas sugieren que pueden interrumpir las funciones dominantes del cuerpo en dosis muy bajas, y que se acumulan en nuestros cuerpos con un consumo generalizado y continuado durante años.
El tóxico puede pasar a los alimentos con el simple contacto, pero es al calentarlos en el microondas o al baño maría cuando se produce el mayor peligro, porque el calor hace que se desprendan las partículas nocivas. Por esto, es importante mantener algunas precauciones:

  • No se deben calentar recipientes plásticos ni siquiera en el microondas. Los recipientes plásticos no deben contener bebidas calientes y no se deben lavar en el lavavajillas.
  • Evitar la comida enlatada, el interior de las latas puede contener Bisfenol A. Tampoco se deben calentar las latas.
  • Mejor usar recipientes de vidrio o productos que se indique que son “Libre de talatos” ó “Libre de bisfenol A”
  • El uso repetido de botellas plásticas es perjudicial sobretodo si son NO reutilizables, que son la gran mayoría.

Son necesarios más estudios para seguir aclarando todas las dudas que aparecen en relación al uso de estos plásticos en alimentación, pero lo cierto es que la mayoría de bebidas que consumimos están envasadas en botellas de plástico. Por eso es importante revisar el tipo de productos plásticos que se utilizan, ya que no todos son iguales, para seleccionar los plásticos más seguros y evitar la exposición a estos productos químicos.
Se debe revisar la etiqueta de reciclaje en la base de la botella ya que proporciona información para saber de qué  tipo de plástico está hecha.
Existen más de cien tipos de plásticos, pero los más comúnmente utilizados son siete, y se los identifica con un número dentro de un triangulo para facilitar su clasificación para el reciclado.

Las botellas marcadas con un  “7″, (también llamado Lexan) se deben evitar totalmente, porque desprenden BPA en el líquido.
Las marcadas con el número “3″ (chloride/PVC polivinilo) pueden también desprender BPA y ftalatos.
Las marcadas con el número “6″ (poliestireno/PS) el estireno es un producto químico potencialmente tóxico que se libera de recipientes hechos de poliestireno cuando se usan para guardar o calentar alimentos o líquidos a temperaturas mayores de 80°C. Puede dañar el sistema nervioso.
Las botellas marcadas con “1″ (polietileno de tereftalato/PET ó PETE)  SE DEBEN UTILIZAR SOLAMENTE UNA VEZ.
Los tipos 2, 4, y 5 son las opciones más seguras.

En la última actualización de la U S Food and Drug Administration (FDA) acerca del Bisfenol A para uso en alimentos de enero de 2010, presenta el siguiente informe:
“El Bisfenol A (BPA) es un químico industrial que ha estado presente desde la década del 1960 en muchas botellas de plástico duro y latas a base de metal de bebidas y alimentos. La FDA está tomando medidas razonables para disminuir la exposición de los seres humanos al BPA en el suministro de alimentos. Entre estas medidas se encuentran:
Apoyar las medidas de la industria para detener la producción para el mercado estadounidense de biberones y tazas para alimentar a los niños que contengan BPA,
Facilitar el desarrollo de alternativas al uso de BPA para el recubrimiento de latas de leche de fórmula para bebés, y
Apoyar los esfuerzos para reemplazar el BPA o reducir los niveles de BPA en otros recubrimientos de latas de alimentos.
La FDA apoya un cambio hacia un marco regulatorio más fuerte para el control del BPA. Además, la agencia está recopilando comentarios públicos y contribuciones externas sobre aspectos científicos en torno al BPA”.

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