Reportajes

LOS JÓVENES Y LA CRISIS

El Servicio de Estudios de Caja Inmaculada ha elaborado un estudio en el que se analiza la situación de los jóvenes en España y Aragón con motivo de la celebración del Día Internacional de la Juventud que se celebró el pasado 12 de agosto.
Según la Organización de las Naciones Unidas, la población joven es la comprendida entre los 15 y 24 años. En enero de 2010, vivían en Aragón 133.572 jóvenes, que representan el 10% de la población, mientras que en 1996 superaban el 14%; esta disminución se debe al descenso de la tasa de natalidad. Además, los jóvenes aragoneses constituyen el 3% de los casi 5.000.000 de jóvenes españoles.

 

 

En el último año, únicamente 8 de las 33 comarcas han visto incrementada su población joven, que encabeza la comarca del Bajo Aragón Caspe; en el otro extremo se sitúan las Cuencas Mineras. Las comarcas con mayor proporción de jóvenes son Andorra Sierra de Arcos (12% de la población total) y la Comunidad de Teruel (11%). Campo de Belchite (6,9%) y Sobrarbe (8%) cierran esta clasificación.

En cuanto a otras comunidades españolas, las provincias andaluzas y extremeñas son las que cuentan con una mayor proporción de jóvenes respecto del total de población (por encima del 12%), frente a las del País Vasco, cuya tasa se encuentra en torno al 8%.

Mercado laboral

El deterioro del mercado laboral derivado de la crisis económica ha mostrado su mayor impacto en la población joven; a junio de 2010 había en Aragón 15.600 jóvenes en paro, 2.300 menos que un año antes, lo que representa el 17% del total de parados. En el comienzo de 2010 se redujo la tasa de paro de la población aragonesa más joven, aunque ésta todavía se sitúa en el 30,6%, duplicando la tasa de paro total (14,2%). Pese a ello, Aragón es la comunidad con menor tasa de paro juvenil, y una de las tres donde disminuyó en comparación con el mismo periodo del año anterior, lejos de la media española (42,1%) que se mantiene a la cabeza de los países europeos.

Sin embargo, las malas expectativas laborales o el desánimo por no encontrar empleo han provocado que la población salga del mercado de trabajo y, por lo tanto, disminuya la población activa; según los datos de la EPA, en el último año la población activa aragonesa se mantuvo en mínimos desde 2005. Ante la salida del mercado laboral y con el objetivo de asegurarse un empleo, una de las opciones por la que se decantan los jóvenes es continuar estudiando, ya que las estadísticas demuestran que la tasa de paro disminuye conforme aumenta el nivel de formación. Según datos de la EPA del segundo trimestre del año, la tasa de paro de los jóvenes de entre 20 y 24 años pasó del 58% entre los que tenían el título de Educación Primaria, al 40% para los de Educación Secundaria de Primera Etapa, disminuyendo hasta el 32% para los que concluyeron los estudios de Educación Secundaria de Segunda Etapa.

La temporalidad es un aspecto característico de la contratación juvenil: en el primer semestre de 2010, el 92% de los contratos han sido de carácter temporal. Las actividades donde los jóvenes suscribieron un mayor número de contratos fueron las relacionadas con las actividades administrativas y servicios auxiliares (una cuarta parte de los contratos), seguidas de la hostelería y el comercio.

Además de la temporalidad, la población ocupada joven se caracteriza por firmar un mayor número de contratos a tiempo parcial: en España el 43% de los ocupados entre 16 y 19 años lo están a tiempo parcial y la mayoría lo hacen por seguir estudiando, mientras que en el segmento de 20 a 24 años (28% de los contratos son a tiempo parcial) el motivo más frecuente es por no haber encontrado trabajo a jornada completa.

Estudios


Aragón destaca por ser la quinta Comunidad con mayor nivel de formación de los jóvenes, dado que el 67% de las personas entre 20 y 24 años ha completado al menos el nivel de Educación Secundaria de segunda etapa, frente al 60% de la media española, lo que tiene que ver también con que presente una de las menores tasas de abandono educativo temprano (población de entre 18 y 24 años que no ha completado el nivel de Educación Secundaria de segunda etapa y no sigue ningún tipo de educación).

La comparación con la media europea sitúa a España como el tercer país con mayor tasa de abandono educativo temprano, por detrás de Malta (39%) y Portugal (35%), y donde la población joven tiene un menor nivel de formación.

Aragón es una de las comunidades con mayor tasa de escolarización en estudios superiores (Ciclos Formativos de grado superior y Universidad), por detrás de País Vasco, Navarra, Madrid, Castilla y León y Asturias. En los últimos años, se ha registrado una disminución paulatina de los jóvenes que cursaban estudios universitarios: en Aragón, los alumnos de entre 18 y 24 años matriculados en la universidad disminuyeron un 33% en el curso 2008/09 frente al curso 2000/01.

Sin embargo, la actual coyuntura ha llevado a muchas personas a abandonar el mercado laboral y a continuar con su formación, lo que se refleja en el incremento de los estudiantes matriculados en la Universidad, que han aumentado por primera vez en el último año en España desde el curso 2000/01; además, la dificultad para encontrar un empleo y la necesidad de diferenciación hacen que los jóvenes se decanten cada vez más por continuar con su formación mediante másteres y posgrados, estudios que incrementaron el número de alumnos en un 30% en el último curso en nuestra Comunidad Autónoma; a nivel nacional, este porcentaje creció un 200% en los dos últimos años.

Condiciones de vida y sociedad

Según la Encuesta de Condiciones de Vida elaborada por el INE, existen numerosas variables que relacionan la educación y los comportamientos sociales y culturales; por ejemplo, el gasto medio por hogar aumenta según aumenta el nivel de formación del sustentador principal, dedicando una mayor parte de su salario a la vivienda, al ocio y a la enseñanza. Asimismo, conforme aumenta la formación, la población tiene mayor capacidad para permitirse determinados gastos, como las vacaciones de una semana al año o la capacidad de afrontar gastos imprevistos.

El aumento del desempleo ha sido una de las causas que ha provocado que disminuya el número de jóvenes que se emancipan, y los que lo hacen optarán antes por el alquiler que por la compra. Según la Encuesta de Condiciones de Vida, el 58% de los hogares formados por los más jóvenes tenían la vivienda en propiedad y el 27% estaba en régimen de alquiler. Conforme aumenta la edad, crece la tenencia en propiedad de las viviendas, que se sitúa de media en el 82%, mientras que el 8% de los hogares permanecen en alquiler.   

La caída del precio de la vivienda y los tipos de interés han favorecido la mejora de la accesibilidad a la vivienda, tanto en jóvenes como en adultos: en el último año, el esfuerzo para la compra de vivienda por hogar ha pasado de representar el 39% del salario al 33% en el segundo trimestre del año. Sin embargo, a pesar de la mejora en la accesibilidad, la caída de los ingresos ha provocado que el precio máximo que se pueden permitir siga disminuyendo.



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