Alumnos del Matarraña investigan la probabilidad de contagio por coronavirus
Los alumnos de la asignatura Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente del Instituto Matarraña de Valderrobres han desarrollado un proyecto de investigación para estudiar la probabilidad de contagio del coronavirus en sus aulas.
Desde el centro educativo indican que “los últimos estudios científicos demuestran que la dispersión del coronavirus se realiza por el aire, mediante aerosoles que emitimos al respirar, hablar o cantar, especialmente en ambientes cerrados o con baja ventilación” y que como “diariamente en las aulas de los centros educativos se cumplen estas situaciones” y preocupados por la salud de alumnos, profesores y trabajadores del centro, el director del instituto, José Ramón Guarc, encargó a la profesora responsable de la asignatura, Elena Arriazu, y asus alumnos, la realización de un estudio de medición de los valores de dióxido de carbono en el aire.
“En general, a más concentración de dióxido de carbono en un espacio cerrado, peor ventilación existe y más riesgo de contagio de coronavirus hay”, indican desde el centro.
A lo largo de dos semanas los alumnos midieron diferentes espacios del instituto con medidores de dióxido de carbono que compraron para el estudio, analizando tanto los espacios completamente cerrados como los totalmente abiertos.
“Los datos obtenidos sirven para aportar información al profesorado y alumnado sobre cómo deben ventilar las aulas durante todo el tiempo que las están ocupando”, explican, añadiendo que “las mediciones se realizaron siguiendo las recomendaciones del CSIC, el LIFTEC-UNIZAR de Zaragoza y los estudios realizados por J.L. Jiménez de la Universidad de Colorado”.
Los resultados obtenidos en este proyecto de investigación demuestran que los espacios cerrados tienen una ventilación prácticamente nula y es fácil alcanzar rápidamente (en menos de 10 minutos) valores de dióxido de carbono compatibles con una alta tasa de contagios entre los alumnos y profesores. Sin embargo, en las aulas donde las puertas y ventanas están abiertas, la corriente de ventilación reduce los niveles de dióxido de carbono prácticamente a los valores que hay en la calle, con lo que la posibilidad de contagio de coronavirus disminuye de forma importante.
El estudio también demuestra que si se generan corrientes de aire en los pasillos y las ventanas y las puertas de las clases están abiertas, la ventilación es muy elevada y el riesgo de contagio por coronavirus se minimiza significativamente.
Desde el instituto dicen que “este informe está sirviendo de referencia y apoyo para realizar mediciones en otros centros educativos de Aragón; además, el IES Matarraña forma parte de un grupo de centros educativos aragoneses y el LIFTEC-UNIZAR que comparten información y experiencias para consensuar protocolos de actuación en relación a la ventilación de las aulas a lo largo del curso escolar.
En la siguiente fase del estudio, que se está llevando a cabo ahora en el instituto Matarraña, los estudiantes buscan garantizar una adecuada ventilación con una apertura de ventanas y puertas que nos garantice un adecuado confort térmico a lo largo del curso.
En la fotografía, los autores del estudio. De izquierda a derecha: Silvia Cuartielles, Aksel Serret, Sheila Anglés, Diego Arbiol, Wenceslao Tafalla, Guillermo Ber y Elena Arriazu.