Realizarán pruebas de COVID en las aguas residuales de Alcañiz y Caspe

En Aragón se va a poner en marcha un sistema de alerta temprana para la detección del coronavirus en las aguas residuales para que sirva “de método de vigilancia epidemiológica en todo el territorio y permita la rápida adopción de políticas pública contra los rebrotes”, indicó el Gobierno de Aragón. Las depuradoras de Alcañiz y Caspe formarán parte de este estudio.

Los encargados de realizarlo serán el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), el Instituto Aragonés del Agua (IAA) y la Dirección General de Salud Pública.

Se basa en la realización de análisis PCR en muestreos de 12 depuradoras de la Comunidad Autónoma en busca de material genético que advierta de la presencia del coronavirus.

Dos de las depuradoras en las que se realizarán muestreos serán las de Alcañiz y Caspe, seleccionadas atendiendo a su situación demográfica y distribución poblacional. Las escogidas son las de municipios con más de 10.000 habitantes y también la de Caspe “por su situación epidemiológica actual”.

Desde el Gobierno de Aragón indican que “diferentes publicaciones científicas han demostrado que el virus se excreta en heces de personas tanto diagnosticadas como asintomáticas, por lo que la detección del ARN del virus en aguas residuales podría ser una herramienta crucial para alertar de la circulación del coronavirus, así como de su incidencia en una comunidad”.

Se va a realizar una toma de muestras semanal de las aguas residuales todavía sin depurar a lo largo de doce semanas en cada una de las depuradoras mencionadas. La toma de muestras se coge de forma automática cada 15 minutos de 8.00 a 12.00 horas, que es cuando más carga viral se sabe que existe. Se mezclarán todas las muestras, conformando una única, de modo que se limite la aleatoriedad.

Los análisis se llevarán a cabo en los laboratorios de bioseguridad de nivel 3 y biología molecular animal del CITA y bajo la supervisión como responsables técnicos de dos investigadores del CITA y de la Fundación ARAID. Los resultados se comunicarán a Salud Pública en un plazo máximo de 72 horas.

Se trata de una prueba piloto que podrá prorrogarse en el tiempo y abarcar nuevas depuradoras en función de cómo evolucione la situación epidemiológica en el territorio y de cómo se constate su utilidad.

Le corresponde a Sanidad el tratamiento, interpretación y difusión de los datos obtenidos.

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