Dos ataques de lobo acaban con la vida de una treintena de ovejas en Castelserás
Entre los dos ataques, perpetrados el viernes y este martes, han muerto 32 ovejas, parte de las cuales han tenido que ser sacrificadas. Una de las que ha resultado heridas ha abortado cuando sólo le quedaban quince días para parir y se espera que el resto de las preñadas de una de las fincas atacadas corran la misma suerte. Dos de los corderos en gestación murieron en el ataque.
Veterinarios del centro de recuperación del centro de La Alfranca (Zaragoza) han confirmado que en los dos casos se trata de ataques con mordedura compatible con la de lobo.
Marta Biel, ganadera propietaria de las ovejas que murieron en el ataque del viernes cuenta que sus cerca de 300 animales pasaban la noche fuera, cercadas con un pastor eléctrico. “Nos llamaron de madrugada, porque habían visto a una de nuestras ovejas fuera del recinto, pero nos pareció imposible y en ningún caso pensamos que había huido de un lobo. Cuando llegamos muchos de los cadáveres habían sido, rápidamente, pasto de los buitres”. Murieron 22 de sus animales. “Yo pienso que allí había más de un lobo, porque no sé si un animal sólo puede hacer todo eso”, considera apesadumbrada Marta”.
Las ovejas que han sobrevivido “no quieren salir del corral” y se ponen muy nerviosas cuando ladra el perro, señala, asegurando que no las va a dejar en el cercado después de lo sucedido y lamentando que “fuera van comiendo, pero dentro les tenemos que echar de comer, con el gasto extra que eso supone para nosotros”. Por otra parte, indica que “nuestra calidad de vida ha empeorado, ya que hasta ahora dejábamos al ganado en el vallado y nos íbamos a hacer otra faena, pero ahora ya no podemos”.
Los Agentes para la Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón acuden en primera instancia cuando se producen ataques de este tipo e inician una investigación tomando muestras que envían al centro de La Alfranca.
Son también quienes siguen el rastro de los lobos y, de momento, sólo se conoce el de uno de ellos en territorio bajoaragonés, el macho itálico cuya pareja murió la pasada primavera, posiblemente debido a la sarna. Se recogerán heces del lobo o lobos que han cometido los ataques para su estudio genético en la Universidad Autónoma de Barcelona.