La alcañizana Beatriz Royo entra en la meta de la dura Zegama
La joven alcañizana Beatriz Royo Molinos completó este domingo la prestigiosa y dura carrera Zegama-Aizkorri, recorriendo los 42 kilómetros, con 5.472 metros de desnivel acumulado por la montaña vasca.
"Pensaba que no la terminaría, lo había soñado". Pero Beatriz también había soñado que no tendría dorsal, pues es muy difícil entrar en esta carrera, se hace por sorteo y este año había 10.000 candidatos para 200 plazas, sin contar los 300 deportistas de élite procedentes de diferentes países del mundo. Beatriz llevaba tres años intentando participar.
Comenzó a entrenar hace tres meses, cuando le comunicaron que estaba admitida. Quiso participar en ella "porque es especial", un sentimiento "flipante" que fue creciendo en Beatriz a medida que avanzaba kilómetros por la montaña: "la gente te anima con locura, miran tu dorsal, miran de dónde eres y a tope con Teruel", describe.
Que gente que no la conocía la llamase por su nombre "y por mi pueblo y por Teruel" animó a la alcañizana a lo largo del recorrido, en el que le tocó "sufrir de lo lindo" por ser el año que más calor ha hecho en esta prueba y estar, por lo tanto, el terreno seco. Pese a ello, el paisaje de caminos y senderos con hayedos, roca viva y pastizales, le pareció "precioso" y se emocionó mucho cuando llegó a la meta.
Llegaron a meta un total de 403 del medio millar de corredores que la iniciaron.