Cómo adelgazar sin comer
La publicidad siempre había sorprendido a Jimmy. Parecía que los publicistas regalaban sus mensajes para que la gente fuera más feliz. Gratis.
Jimmy quiso ser barrendero. Los monjes zen eran felices barriendo.
Él lo sería también. Le aconsejaron que aspirara a aspirar, pero barrer era infinito. Al recoger la basura se levantan partículas que luego vuelven a caer para volver a subir. El aire ya no es puro, lo que activa el cuerpo humano al hacer que luche contra la insalubridad a través de un estornudo.
Jimmy explicó su deseo a Margaret. Pero Margaret había engordado mucho y era incapaz de prestar atención a nada que no fuese una dieta o algún producto quemagrasa. Llegó a pensar en inyectarse lavavajillas en las zonas más voluminosas.
Margaret había oído recientemente que comer engordaba, pero no podía creérselo. El mundo estaba lleno de remedios adelgazantes y no de mensajes de no comer.
Jimmy y Margaret se pusieron un reto: adelgazarían sin comer todo aquello que más les gustaba. Absolutamente todo.