Alcañiz. Movilizados, contra la discoteca proyectada en el casco histórico
Han recogido, dicen, más de 420 firmas y han registrado alegaciones en el Ayuntamiento en contra de su apertura. Vecinos del casco histórico se movilizan así contra el proyecto de instalación de una discoteca en la calle Mazaleón, 8, en la esquina con la calle Infanzonía, 1, con horario de cierre, indican, a las 6 de la mañana todos los días laborables y a las 7 de la mañana los fines de semana.
Entre otros motivos, en sus alegaciones los vecinos explican que “los dos edificios en los que se ha previsto la instalación de la discoteca están protegidos y catalogados en el PGOU de Alcañiz: el granero Almudí (del siglo XVI), con el grado de protección ambiental 2 y la posada Barnolas (del siglo XIX) con el grado de protección ambiental 3. Estos edificios protegidos deben tener preferentemente, además de ciertos requisitos de intervención, un uso residencial. A ello hay que añadir que la posada Barnolas fue refugio antiaéreo durante la guerra civil por lo que tiene protección especial según la Ley de Memoria Democrática. Al mismo tiempo, se desconoce la conservación o no de restos del recinto amurallado del siglo XIII que transcurría por esta misma zona, así como la presencia de estructuras subterráneas o pasadizos en su interior”.
Por otra parte, indican que “hay que destacar igualmente que el único vecino colindante con la posible discoteca ha tramitado en los dos últimos años un proyecto de interés público, apoyado por el ARRU, para la construcción de 7 nuevas viviendas de alto nivel en cuatro parcelas o edificios actualmente abandonados en esta zona, con una inversión que supera el millón de euros. La instalación de una discoteca, justo en el solar anejo a las nuevas viviendas, es incompatible con la promoción de las mismas perdiendo así una excelente ocasión de auténtica rehabilitación de ese sector del centro histórico de Alcañiz”.
Además, dicen está proyectada “en una estrecha calle, sin aceras, con difícil acceso para vehículos de tamaño medio-grande (por ejemplo, de bomberos) y sin apenas opciones de aparcamiento en su entorno. Las afecciones de ruido, suciedad y molestias que este tipo de locales siempre producen afectarán de lleno al centro histórico y monumental de la ciudad en el que se ubican edificios tan emblemáticos como laiglesia de Santa María, la casa Mainar, sede de la comarca del Bajo Aragón, el palacio Ardid, sede de la biblioteca y archivo de la ciudad y, sobre todo, a la calle Infanzonía y la nueva plaza tras la iglesia con sus jardines”.
Los vecinos movilizados aseguran que no están “en contra del ocio nocturno para jóvenes y mayores, ni de las discotecas”, pero consideran que “este tipo de establecimientos, que inevitablemente conllevan molestias, deben ubicarse, como ocurre en la mayor parte de las ciudades, fuera de zonas residenciales”.