Anuncian mejoras en los yacimientos de Urrea y Oliete
El diputado de Cultura y Turismo, Diego Piñeiro ha anunciado que va a encargar un estudio técnico para la consolidación de los restos de la fortaleza íbera “Cabezo de San Pedro”, en Oliete y que buscará financiación para reparar los daños en la cubierta del yacimiento romano “La Loma del Regadío”, en Urrea de Gaén.
Ambos yacimientos son gestionados por el Museo de Teruel, dependiente de la Diputación Provincial.
Los dos están integrados en el proyecto “Estudio de la romanización de la provincia de Teruel”, un programa de investigación que lleva a cabo el museo provincial desde los años 80.
“La Loma del Regadío” es uno de los testimonios mejor conservados en Aragón de una explotación rural con vivienda en el mundo romano. Las primeras excavaciones se realizaron en 1959, como consecuencia del descubrimiento fortuito de un mosaico, posteriormente extraído y depositado en el Museo de Teruel. Tras un amplio periodo de inactividad, en 1997 se retomaron los trabajos de excavación de forma continuada y sistemática a lo largo de 14 campañas arqueológicas dirigidas por el Museo de Teruel. Durante este periodo se adecuó el yacimiento para su difusión pública, cubriéndolo y dotándolo de contenidos. El paso del tiempo y la meteorología han causado daños en estos elementos de protección”, recuerdan desde la Diputación de Teruel.
“En este año 2020 vamos a trabajar desde la Diputación, junto con el resto de administraciones que hicieron posible que el yacimiento sea visitable, para poder reparar los daños que ahora existen en el yacimiento y evitar futuros deterioros”, aseguró Piñeiro sobre el yacimiento romano de Urrea de Gaén.
Respecto al poblado íbero “Cabezo de San Pedro” de Oliete, el diputado dijo que es un “diamante en bruto, uno de los yacimientos íberos más importantes que existen por el tipo de construcción y por lo que creemos que puede existir todavía sin descubrir”. Se refirió a los hallazgos realizados durante las excavaciones que el Museo de Teruel llevó a cabo el pasado verano junto con el Parque Cultural del Río Martín y el Ayuntamiento de Oliete. En las actuaciones, fuera del área fortificada, se descubrieron un gran horno donde se fabricaban vasijas de enorme tamaño y dos túmulos de la necrópolis, cuya cronología podría situarse en torno al siglo V antes de Cristo.
Piñeiro anunció que el primer paso que se va a dar en este yacimiento será “encargar un estudio técnico para asentar lo que está excavado, de forma que no se deteriore y se pueda consolidar en el tiempo con el objetivo de que cada vez más visitantes lo puedan conocer”. Recordó que actualmente el poblado de Oliete debe ser visitado con mucha prudencia y cuidado, ya que no está debidamente habilitado y puede ser dañado.