Alcañiz. El romance entre dos lobos que puede cambiar el cuento

No sin muchos días de dedicación y esfuerzo, el fotógrafo de naturaleza alcañizano José Antonio Gil pudo inmortalizar con su cámara en su ciudad la primera unión conocida entre una loba española y un lobo italiano, dos poblaciones de esta especie que llevaban más de cien años separadas fruto de las acciones para evitar daños en el ganado. El lobo siempre ha sido el malo del cuento.

Sin embargo, a nivel biológico se trata de una muy buena noticia y así ha calado entre los Agentes para la Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón, desde donde aseguran que las medidas adoptadas en los últimos meses, como la colocación de pastores eléctricos más altos, está evitando ataques. De hecho no se ha registrado ninguno desde el pasado junio, cuando un lobo atacó en Alcañiz a ganado que no estaba correctamente resguardado. Para poder cumplir estas medidas se han puesto a disposición de los ganaderos ayudas económicas.

La pareja de lobos formada por la española y el italiano, procedencias que se han determinado mediante el estudio de sus heces, flirtea al menos desde el pasado 23 de abril, cuando José Antonio Gil capturó su romance, y la última vez que se la vio junta fue la semana pasada. Su idilio está monitorizado con varias cámaras de seguimiento.

Cuando Gil los vio y puso toda su información a disposición de los Agentes para la Protección de la Naturaleza, se comprobó que la loba estaba algo gorda, lo que hizo pensar que podría estar preñada. Más tarde se la vio más delgada, un estado normal en las hembras que han parido, sin embargo se ha descartado descendencia porque nunca se han detectado lobatos. No se descarta que los haya perdido. Las primerizas suelen tener de dos a tres cachorros. Mezclas de este tipo mejoran la genética de la especie. 

Podría preñarse este invierno y parir en primavera y esta historia convertirse en un cuento de amor por la ciencia y los lobos que podría gustar, incluso, a Caperucita.

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