Los trihalometanos, protagonistas también en el Bajo Aragón

Valmuel, Puigmoreno, Valdealgorfa, La Codoñera y Torrevelilla han sufrido esta semana las consecuencias del aumento de trihalometanos: la prohibición de beber agua del grifo.

Todos son municipios abastecidos por el pantano de Calanda, que al igual que ocurrió desde septiembre en el de Cueva Foradada, que abastece al Bajo Martín, ha almacenado más materia orgánica de la cuenta tras la DANA. Esto altera los procesos de desinfección del agua, convirtiéndola en no apta para el consumo humano por el aumento de trihalometanos, componentes que si sobre pasan unos niveles determinados pueden afectar a la salud, habiéndose relacionado con el cáncer de vejiga.

Salud Pública ha realizado entre el martes y el miércoles nuevos análisis, que han dado resultados de apto en Valmuel, Puigmoreno y Torreveilla, pero no en Valdealgorfa y La Codoñera, municipios en los que está previsto que este jueves por la mañana los Bomberos de la Diputación de Teruel lleven agua potable. Los vecinos deberán acudir a recogerla con sus garrafas.

Los vecinos del Bajo Martín son quienes más tiempo llevan sufriendo la falta de agua potable, desde las tormentas de principios de septiembre. Según los últimos datos de Salud Pública, el agua todavía no es potable en Castelnou, Samper de Calanda y la mayor parte de La Puebla de Híjar. En cambio, en Albalate, Oliete, Urrea, Jatiel, Híjar, Ariño y en el polígono de La Puelba de Híjar, los vecinos ya pueden consumir el agua.

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