Seguirán por GPS a los corzos ante los frecuentes ahogamientos entre Calanda y Alcañiz
Esta primavera, sólo en la zona de Calanda han encontrado a 16 corzos dentro del canal de riego que llega a Alcañiz, 8 de ellos ahogados. Los otros pudieron salir por sus medios o fueron auxiliados por cazadores. A estos ejemplares hay que sumar los que también aparecen en el canal de La Estanca, donde también han aparecido corzos muertos, además de zorros y garduñas.
Ha habido años en los que se han detectado alrededor de 50 corzos ahogados en estos canales, que tienen unos 20 kilómetros de longitud, escasas salidas y muy pocos medios. Hace unos años, por presión de cazadores, Agentes para la Protección de la Naturaleza y vecinos, la Confederación Hidrográfica del Ebro instaló unas sábanas disuasorias (parte de ellas actualmente rotas), algunas rampas, además de adaptar unos abrevaderos que ya había en los canales.
Pero la tragedia se repite cada primavera, por lo que las medidas han resultado ser ineficaces y escasas.
Cazadores de Calanda y de Alcañiz se han sumado a un proyecto de la fundación Artemisan de monitorización de especies cinegéticas y ya disponen de unos collares con GPS para colocar a los corzos y así poder seguirlos remotamente y obtener datos de los problemas que se encuentran estos animales a su paso por los canales de riego. La finalidad es obtener datos objetivos que respalden su reivindicación: que la Confederación Hidrográfica del Ebro tome medidas realmente eficaces para evitar las caídas a los canales de corzos y otros animales.
Agentes para la Protección de la Naturaleza explican que habitualmente las víctimas son corzos de aproximadamente un año de vida, que se emancipan de sus madres y que tienen poca experiencia sobre el terreno. No tienen habilidad en el agua y, además de resbalarse sus pezuñas en las altas paredes del canal, la baja temperatura afecta a su respiración y frecuencia cardíaca y ralentiza y entorpece sus movimientos.