Opiniones

El acoso político

Al acoso a una persona, los chinos que hablan inglés y algunos españoles que ni lo hablan ni lo aprenderán, le llaman bulling.

Los niños, algunos buenos y otros crueles, acosan a determinados compañeros por ser gordo o delgado o bizco. Enseguida esas autollamadas buenas gentes que creen tener el control de lo bueno y lo malo, saltan en defensa de los indefensos niños a los que denominan niños, niñas, niñes y niñis para que quede claro que su implicación es absoluta.

Susana Mene es una concejal del Ayuntamiento de Alcañiz a la que se está acosando. No entro en si es buena o mala o regular, porque lo ignoro y no tiene importancia para lo que escribo. No es alta, ni gorda, ni bizca, pero se le está acosando. ¿Por qué se le acosa?: porque tuvo la decencia de decir que no iba a aprobar un aumento desmedido de los desmedidos sueldos de algunos concejales del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alcañiz.

Como no pasó por el aro, se le acosa. Se le quitaron las responsabilidades de educación y cementerios y no debió de arrodillarse, porque la semana pasada se le quitaron las competencias que tenía en la Comarca del Bajo Aragón. Se las quitaron sus compañeros de partido. Una tras otra, le van cayendo las collejas del acoso.

Se ha dicho que trabaja poco. No lo sé ni me importa. En cambio sí sé que el que asumió la competencia de educación no trabaja nada. Ni siquiera ha convocado la comisión desde que asumió la competencia.

¿Quién fue?: el señor Urquizu. ¿Y quién lo ha cesado o pedido su dimisión?

Ante el acoso (bulling para los progres puretas), esas mujeres que dicen defender todo lo indefendible, callan. Callan como puras hipócritas. Se envuelven en una bandera morada y esperan a izarla en una fecha señalada. Pura hipocresía.

Esas mismas personas son las que presionaron para que dimitiera Galindo, un concejal de la legislatura anterior por decir algo así como que le ponía ver a su mujer vestida con el uniforme de las Anas cuando eran novios.

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