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Camino de leche
Pues aquí estamos un mes más al hilo del artículo anterior, pero esta vez hablando de la protagonista de las noches de verano, “La Vía Láctea”.
El nombre de Vía Láctea es muy antiguo y tenemos que remontarnos a mucho antes de la llegada de las luces eléctricas a la sociedad, en la que todos los seres humanos tenían una vista preciosa sin obstáculos del cielo nocturno.
El nombre de Vía Láctea deriva del griego Kiklios Galaxios que significa "camino de leche" y concretamente del mito del infante Hércules y la diosa Hera, quien, al apartarlo mientras amamantaba, derramó su leche materna por los cielos. Era imposible pasar por alto la enorme banda lechosa de estrellas que cruzaban el cielo.
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Preservar la oscuridad para observar los colores que oculta
¿Quién no recuerda de niño, esas noches de verano donde nos sentábamos a las afueras del pueblo a observar el cielo junto con amigos que venían a veranear?
Alguno de ellos exclamaba: - ¡En la ciudad donde vivo no se ven tantas estrellas!
Y es que ahora con las noches de verano, apetece salir a “tomar la fresca” y observar ese manto de estrellas, la Vía Láctea, constelaciones, … que nos envuelven en las noches donde la Luna deja de ser la protagonista.
Nuestros cielos de Teruel albergan un patrimonio único gracias a la baja contaminación lumínica, resultado de la despoblación.
No es posible tener esta calidad de cielo en sitios o ciudades muy iluminadas ya que la propia iluminación generada nos impide ver las estrellas y objetos menos brillantes.