Aguaviva. Proyectos de investigación sobre tejidos orgánicos
En Aguaviva está el Laboratorio BIVO, un centro de investigación de tejidos orgánicos, bioestructuras y biomateriales. Se encuentra en la ermita de Santa Bárbara, del siglo XVII y cuenta actualmente con 8 trabajadores de la zona y profesionales de diferentes campos, como biología, biotecnología, químicas, ingenierías industrial y de materiales y diseño industrial.
Lo crearon las cooperativas de I+D Biocore y Silvestrina, cubiertas a su vez por la cooperativa Zoocánica, con el objetivo de diseñar, desarrollar e industrializar nuevos materiales, derivados de elementos orgánicos, con elevadas prestaciones mecánicas y con el fin de sustituir materiales derivados del petróleo.
La consejera de Ciencia, Maru Díaz, lo visitó recientemente y los investigadores le explicaron que esos biomateriales aspiran a producirse en Aguaviva y que contribuirían a un cambio de modelo productivo en el municipio, a la revitalización de la zona y a la conservación del patrimonio medioambiental.
Actualmente, el laboratorio se centra en dos proyectos:
-Micelio Flexo Tensor (2022-2024): Desarrolla biomateriales mediante la combinación de micelio de hongos y sustratos vegetales que sean capaces de resistir cargas de presión. El proyecto presenta, como objetivo fundamental, el desarrollo de nuevas estrategias de cultivo y procesado de micelio puro mediante la introducción de nuevos aditivos y técnicas de operación que permitan actuar sobre sus propiedades mecánicas. Fruto del desarrollo de la nueva estrategia se obtendrían membranas derivadas de tejidos de origen fúngico y vegetal capaces de soportar esfuerzos de tensión que permitan el desarrollo de cubiertas estructurales que reduzcan de forma significativa el impacto ambiental causado por el uso de plásticos. Se busca con ello que los productos obtenidos, totalmente sostenibles y renovables, sean capaces de sustituir elementos basados en derivados del petróleo.
-Filamento de madera densificada (2021-2023): El proyecto de impresión 3D de fibras vegetales plantea como objetivo principal desarrollar una tinta de impresión, con matriz de celulosa, que sustituya a los polímeros estándar PLA y ABS, y utilizando nanofibras de madera modificadas para mejorar la estética y sus propiedades.Se persigue obtener piezas derivadas de celulosa, con propiedades funcionales que superarán las conseguidas por los termopolímeros convencionales. Los productos que se pretenden desarrollar no existen actualmente en el mercado, de ahí su novedad comercial.