Opiniones

El futuro que llega

El futuro de Teruel parece bastante oscuro. Iba a escribir un color pero no es políticamente correcto. El Ministerio de Consumo, cuyo titular es el comunista Garzón -el que dice “proponido”, el que tiene como ejemplo de consumo a Cuba y se fotografía luciendo una sudadera con el escudo de la República Democrática Alemana, la que levantó en Berlín el llamado, por los soviéticos, “Muro de Protección Antifascista” y, por los occidentales, “Muro de la Vergüenza”, para impedir que la gente escapara del “paraíso” comunista arriesgándose a morir bajo las balas de los vigilantes a las órdenes de Moscú, y por donde andaba Putin, entonces, miembro de la KGB, policía secreta de la URSS, y, hoy, eterno presidente de Rusia- ha anunciado que, próximamente, entrará en vigor el sistema de etiquetado frontal nutricional, Nutri-Score, que informará sobre la calidad nutricional de los alimentos que se venden. Si el producto se etiqueta con una A o una B, será saludable. Si, por el contrario, se rotula con una D o una E, resultará desaconsejable.

Hasta aquí, todo correcto. El problema surge cuando este sistema, ya utilizado por algunas empresas españolas, cataloga al aceite de oliva y al jamón como no saludables. Tan beneficiosos que los creíamos, parece que estamos equivocados y que aciertan quienes quitan la grasa al pernil.

Por otra parte, Bill Gates, el mayor propietario de tierras en Estados Unidos, mantiene una guerra contra la ganadería, según él, “por el bien del planeta”, y exige a las naciones ricas que consumamos carne sintética. Dicho sea de paso, el multimillonario norteamericano ha realizado enormes inversiones en empresas productoras de este tipo de carne falsa. Entre los planes recogidos en la Agenda 2030 del Foro Económico Mundial 2021, se incluye que los humanos comamos solo sustitutos de la carne. Ya nos podemos ir despidiendo del ternasco, del jamón y también del vino, alimentos estos últimos ofensivos para una creciente parte de la multiculturalidad a la que estamos abocados, y acostumbrarnos a ingerir chuletones imprimidos en 3D. No sé qué calificación les otorgará Nutri-Score. Pero seguro que se marcarán con una A. Aprovechemos porque los filetes se van a convertir en manjar exclusivo de ricos, como antaño.

Además, el ministro menosprecia a la hostelería y al turismo a los que considera sectores de bajo valor añadido, estacionales y precarios. Así, sin aceite, sin jamón, sin granjas ni rebaños y sin hostelería ni turismo, ¿qué nos espera? A este paso, llegaremos a la situación que refleja la película futurista Cuando el destino nos alcance dirigida, en 1973, por Richard Fleischer y protagonizada por Charlton Heston y Edwar G. Robinson y cuyo desenlace es desalentador.

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Respeto 15/01/2025
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