Ya habrán oído la frase alguna vez: "se puede engañar a una persona todo el tiempo, a todas las personas un rato, pero no a todas las personas durante todo el tiempo" Es una combinatoria, y ahí va. Aunque no agota toda la casuística, ni mucho menos. Álvaro García Ortiz, a la sazón, fiscal general del estado, ante la chufla de Carlos Alsina; locutor de Onda Cero radio; para cerrar la entrevista, repreguntándole por cuantas causas serían objeto de la inminente ley de amnistía, cuando antes ya le había respondido displicente: "No le voy a dar ninguna" dejó salir por su boca inexperta: "Más de muchas y menos de pocas", en un lapsus, pues a pesar del juego, no parecía entregado a re-retorcer argumentos, y lo que quiso decir sería, menos de muchas y más de pocas. Y cómo experta en trinos de pájaros, que oye y establece un significado inequívoco, con unas pocas variables, negándose a otorgar una variedad como la de la comunicación humana, así hay que oír a muchas personas, cuya complejidad pregonada, no es más que encubrimiento de unas pocas motivaciones, en esencia simples, y por lo común, ruines y crueles. Por ejemplo, Carmen Calvo, que ha elegido este día de San Valentín 2024, como fecha de publicación de su libro: "Nosotras. El feminismo en la democracia" presentando todo tipo de sucesos violentos sufridos por mujeres, en los que basar las hostilidades sin cuartel, o con ellos. Y ocultando u obviando, que en tales casos hubo robos y violencias por parte de ellas; y una constelación de ocasionistas; previos, tan continuados, reiterados y contumaces, que la hartura, la enajenación mental transitoria, el miedo insuperable al parricidio, desataron la defensa propia. En efecto Carmen, es juez. Lleva muchos años de juez, valiéndose de la inamovilidad, que hasta el rey no para de incluir en sus discursos, y que empaquetado como dilatada trayectoria y reconocido prestigio, habilita para aceptar el nombramiento de tal o cual institución. Claro que el reconocimiento se limita a jueces; adiós justicia (ausencia de robos y violencias). Y por abreviar, el feminismo que ella pregona, es de tal naturaleza, que a pesar de sus palabras de igualdad y martirios a evitar, lo que provoca son interpretaciones que animan a robar y someter a violencias, y encima acudir a cuanta manifestación aglutine a ladrones parricidas, descuideras y colectivos "vulnerables", que roban a perpetuidad, y desde luego no admiten que sean vulnerables, sus víctimas, y no les faltan amparadores en las instituciones, que por demás, se marcan el objetivo estadístico de divorcios no consensuados (9118 al trimestre, más o menos), dentro de una serie histórica, y van a sentenciar la cifra, sí o sí, con la particularidad de que la virtud de los demandados, es percibida, eso, como atractivo. Quienes pueden defenderse, esos no. Las mujeres dice, ¿qué mujeres? una por una, porque todas no, no nos tomes por tontas, que es lo que haces, a posta, a la chita callando, encubriendo.