Opiniones

¡¿Es que ya no va a poder una ni divorciarse?!

Esta es la exclamación que le brotó a Marina Martínez Vicens, redactora de Onda Cero, en complicidad con Julia Otero; que está atada al poste del feminismo cargante, por obligación, más que por convicción, porque tonta no es, hasta ese punto; comentando la propuesta de Vox en el Parlamento de las Islas Baleares para contribuir a la prevención de los divorcios. No han sido los únicos periodistas, en hacer mofa y escarnio de la iniciativa, en distintos medios, aunque sea en espacios de humor solapado. Claro que divorciarse es un eufemismo, una máscara. Bien es sabido que con esa palabra se está encubriendo pretensiones que tienen palabras más ajustadas, como robar, secuestrar, atentar violentamente, degenerar a terceras personas; vulnerables, que no se pueden defender; y a una misma, a perpetuidad, siendo foco de atracción a sádicas señorías, irresistible, dada su nula vocación de servicio público, y lo que es más, incapacidad sobrevenida, cuando no congénita, para el desempeño del cargo, sin robar ni someter a violencias. Dicen que cada jilguero tiene un canto único, es cómo la huella dactilar humana, por millones que hubiere, ninguno es igual a otro. A alguien se le ocurrió grabar a uno, y con altavoces, ponérselo. El jilguero huyó aterrado, supuestamente. Desde luego dejó de cantar en ese momento. Cuando alguien decide divorciarse, y más sin mutuo acuerdo, siempre es para vivir a costa de otros, directa o indirectamente. Algunas dirán que lo hacen para salir del tedio; que cómo serán; para ofrecer su pasado, a ricachones, dispuestos a gastar su dinero, lidiando con mujeres singulares; que es lo que ellas creen que son, por hacer extravagancias, y lo que no ven hacer a nadie; aunque, ¿qué saben ellas de nada? y lo saben, con su parca formación, que les ha llevado a aburrirse, y creer que siendo una especie de geishas, misteriosas, por no abrir la boca para no delatarse, con lo que han oído y visto a su alrededor, pueden complacer a estrategas, que lo son, por eso, por no tener loros deslenguados y a la contra, a su alrededor, en sus momentos de asueto.

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Respeto 15/01/2025
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