Opiniones

Ya hemos votado

Ya hemos votado de nuevo. La tercera vez en poco más de seis meses. Y han sido las cuartas elecciones a Cortes en cuatro años. En mayo, se hubiesen podido concentrar en un único día las elecciones generales, autonómicas, municipales y europeas y nos hubiésemos ahorrado algunas decenas de millones de euros. Pero ello no convenía a los intereses del partido gobernante y se celebraron por separado. Después de medio año, los partidos o, mejor dicho, los políticos que dicen representarnos y procurar nuestro bienestar, se han mostrado incapaces de guardar sus egos y de ponerse de acuerdo para formar un gobierno fuerte y estable que pueda hacer frente a la crisis que, según todos los indicios, tenemos en puertas.

En los países de nuestro contexto político, los gobiernos de coalición son algo habitual. Y si en las autonomías se han conseguido, ¿por qué, a nivel nacional, no ha sido factible? ¿Quizá porque repetir las elecciones generales, supuestamente, iba a aumentar la ventaja electoral de los huéspedes de la Moncloa? No ha ocurrido así. Prácticamente, todo sigue igual.

Unos partidos han subido y otros han bajado pero la suma de cada bloque apenas ha variado. Hay que felicitarse por el diputado y los dos senadores de Teruel Existe, la fuerza más votada en nuestra provincia.

Ahora tendremos una voz en las Cortes y, dada la dificultad para componer mayorías que faciliten la gobernabilidad, puede vender caro su apoyo y obtener mucho para nuestra tierra.

¿Se repetirán las elecciones en primavera o, esta vez, nuestros políticos sí alcanzarán un pacto? ¿Habrá gobierno “Frankenstein” o nos sorprenderán con una gran coalición entre las dos formaciones mayoritarias, como en Alemania? Allí, cuando ninguno de los dos grandes partidos, el Democristiano y el Socialdemócrata, han logrado por separado los respaldos necesarios para gobernar, se han coaligado entre ellos. En España, esto es muy difícil, por no decir imposible.

También, se debería exigir coherencia a quienes han propiciado la repetición de los comicios pues no solo no se han cumplido sus expectativas de crecer sino que han perdido votos y escaños.

Además del gasto ocasionado. Lo lógico sería dimitir. Pero dicho verbo no existe en el diccionario de nuestros políticos. Se aferran a su cargo como una lapa. A pesar que casi nada ha cambiado, lo importante es que la ciudadanía ha hablado libremente y ahora corresponde a los elegidos actuar con responsabilidad. ¿O es mucho pedir?

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Respeto 15/01/2025
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