Vecina de Caspe lleva un filete de pavo al centro médico
Antonia, una vecina de Caspe, se fue a preparar un filete de pavo de los que vienen envasados en el supermercado. “Siempre miro la fecha de caducidad, porque alguna vez dejo alguna cosa en el frigo días y días y se me pasa. Este filete estaba detrás de una bolsa de tomates secos y de una torta de balsa”, explicó. Y allí quedó olvidado una semana y se caducó.
Su hijo Paco llegó a casa del centro médico Loga Salud que hay en el municipio. Le dijo a su madre que había estado allí por un tratamiento de adelgazamiento y, de paso, le habían solucionado un problema de caducidad de carné.
Paco relató que tras escuchar, “de aquellas maneras, lo de la caducidad, mi madre salió apresurada de casa con el filete de carne de pavo y dijo que se iba ‘al centro ese de Loga’. Al principio pensé que también iba por lo de la dietética, pero es que salió tan rápido que no me dio tiempo a pedirle explicaciones”.
Era la única en la sala de espera con un filete y cuando le tocó el turno preguntó: “¿aquí solucionáis lo de la caducidad de carne, verdad?”.
El doctor Moya, médico nutricionista del centro le respondió entre risas: “si es carné de conducir, sí, pero si lo que quiere es que rejuvenezcamos al pavo, ese lo lleva crudo”.
“¡Ay, maño! ¡No me digas!”, dijo Antonia, que tras pedir perdón a Loga Salud Caspe, aprovechó para someterse en el centro a un tratamiento de rejuvenecimiento y, ya de paso, pidió cita con psicología y logopedia.
Contó su hijo Paco que su madre llegó tarde a comer después de tantas experiencias. “Comió a mesa puesta y de postre aprovechamos el yogur, que por dos días que se iba de fecha...”.