Es bien conocida la cuarteta de Ramón de Campoamor, poeta, filósofo y político del siglo XIX, que dice: “En este mundo traidor, / nada es verdad ni es mentira. / Todo es según el color / del cristal con que se mira”. Es decir, todo es relativo. Lo que hoy es bueno, mañana, puede sermalo; y viceversa. También depende de quiénes o contra quiénes se hacen las cosas.
Lo que en unos es ejercer la libertad de expresión, en otros constituye un delito de odio.
La bajada de impuestos en las comunidades gobernadas por la derecha atenta contra el estado de bienestar y pone en peligro la educación y la sanidad. El caso de la educación es preocupante porque si, con las actuales inversiones, su nivel deja bastante que desear, con los recortes que anuncian no se sabe a dónde vamos a parar. Pero cuando son las comunidades gobernadas por la izquierda las que hablan de bajarlos también, tal peligro desaparece. La educación y la sanidad están a salvo.
En Irán, las mujeres se han rebelado contra la imposición del velo tras la detención y posterior muerte violenta de una joven por no llevarlo correctamente y mostrar el cabello; las personas fallecidas ya superan los dos centenares y las detenciones en la represión, se acercan a las dos mil. En cambio en Occidente, el velo es considerado como un signo del empoderamiento de la mujer y del multiculturalismo. Actrices y activistas se han cortado en público mechones de pelo como muestra de solidaridad con las mujeres de la antigua Persia.
Los ayatolás, temblando.
En España, apenas se han escuchado declaraciones y protestas por parte de las políticas abanderadas de la igualdad y el feminismo; la vicepresidenta segunda del Gobierno está tan ocupada que no ha tenido tiempo ni para darse un tijeretazo a las puntas. Dicho por ella.
Quizás influya que Irán, país donde se cuelga en grúas a los homosexuales y se lapida a las adúlteras, subvencionó, en una televisión privada, una “tertulia política de resistencia” que presentaba Pablo Iglesias; labor que hubo de dejar por incompatibilidad al entrar en el Gobierno de coalición. Por otro lado, Irán es aliado, amén de Putin, de los regímenes bolivarianos de América con los que cooperan estrechamente dirigentes de este partido. Tampoco la decapitación de un joven homosexual palestino refugiado en Israel donde fue secuestrado y devuelto a territorio árabe ha tenido repercusión en los medios ni promovido protestas de políticos y colectivos. Irán y Palestina quedan lejos y lo que suceda allí lo miran a través de otro cristal y otro color.