Mi madre es muy cariñosa, muy afectuosa y muy alegre, y creo que uno de los grandes valores que he heredado de mi madre, ha sido su instinto para la alegría.
Un día repentizó esta frase que me impresionó profundamente: - La gente alegre vive mucho más, los tristes mueren de miedo – Y me pareció de una hondura, y de una sabiduría, sublime.
Mi madre es muy creyente, muy católica, y cómo la mayoría de la gente de su generación, con las nuevas tecnologías mantenía una relación muy complicada, o sea, no entendía nada.
Y un día, estábamos en Alcañiz, y yo le enseñé una fotografía, en el móvil, que me acababa de enviar mi hermana, y era mi hermana, con sus hijos, o sea, los nietos de mi madre, en Asturias. Entonces, se queda mirando la foto en el móvil, y me dice: - Anda, ¿y esta foto de cuándo es?- Digo: - De ahora mismo, mamá -
Dice: - No puede ser, si están en Asturias-
Digo: - Ya, están en Asturias, pero con un aparato como este, se han hecho una foto, nos la han enviado, y nosotros la vemos aquí - Entonces se quedó pensando: - O sea, ¿ahora están en Asturias, se han hecho la foto, ahora, nos la envían y la vemos nosotros en el mismo instante?- Digo: - Sí, mamá - Y suelta esta genialidad: - No entiendo cómo puede haber gente que no cree en Dios – Pero además es una frase que puede tener dos sentidos: por un lado, esto es un milagro, y sólo se explica si es un milagro, pero por otro lado, vamos a ver: - sí entienden esto, ¿cómo no entienden lo de Dios?, que es mucho más sencillo -
Ella está escandalizada con los casos de corrupción, con los chanchullos, con el mamoneo.
Porque además ella no entendía, que alguien que tuviera estudios (ella dejó de ir a la escuela cuando tenía once años, y mitificaba mucho la educación) fuera indecente, porque para ella la educación sirve sobre todo, para ser DECENTE en esta vida. Entonces, de repente le agobiaba mucho, cuando salían políticos, y les acusaban de corrupción, y este entra en la cárcel, y tal. Entonces en un telediario, que no hacían más que vomitar este tipo de sucesos y de noticias, me dice:
- ¿Pero hijo mío, será verdad tanta mentira? - Y digo, mamá, acabas de sintetizar el espíritu de toda una época. Después de eso, cualquier cosa.
Casi todas las cosas que nos definen se aprenden en la infancia. Mi infancia fue feliz, pero la infancia es horrible y es graciosa, pero cuando la recordamos, hasta lo horrible, parece un poco gracioso.
El domingo 31 de marzo se produjo la manifestación en Madrid, para reclamar medidas políticas para detener la despoblación de la España vaciada. Y se cumplen cuarenta años del tema Albada, de José Antonio Labordeta, una de las canciones más hermosas, que se han dedicado a la España vaciada.
Estas cosas las ha dicho Luis Alegre, pero las hago mías. Y les invito a descargarlo y escucharlo accediendo a: no es un día cualquiera, a la carta. La entrevista se realizó en La Almunia de Doña Godina el 31 de marzo de 2019.
Mi padre le dice a mi madre, que es muy cantarina: - Canta, canta que eso te hace muy feliz.
– Y es uno de los grandes instintos que he heredado de mi madre.