Maricón. Homofobia. Samuel Luiz, estaba manteniendo una videoconferencia, en las inmediaciones de una discoteca, cuando una manada de violentos le increpó, acusándole de estar grabando chicas, aunque profirieron "Maricón, te mato" Samuel, de 24 años, auxiliar de enfermería con trabajo en una residencia de ancianos, replicó "Maricón, ¿de qué?" y quienes usan la violencia, la contemplan con avidez, incitan a ella, hasta sin verbalizarlo, con su sola presencia, se entregaron a dar patadas a Samuel, hasta que lo mataron. Ione Belarra, y otras oportunistas, tacharon el suceso de homofobia, apoyando su diagnóstico, en que testigos declararon las frases en las que aparecía la palabra maricón.
Análisis:
1. El utilizar la palabra maricón, es de esas palabras vacías de significado, a modo de coletilla, como: tío, colega, hijoputa (Cádiz y similares), macho, chica..., y parece que en este caso era uno de ellos. Recordemos a Delibes, en Los santos inocentes: "¿te fijas? el maricón del francés no distingue un arrendajo de una perdiz, o bien, el maricón del Embajador no corre la mano izquierda, ¿te das cuenta?, grave defecto para un diplomático, porque fatalmente, para el señorito Iván, todo el que agarraba una escopeta era un maricón, que la palabra esa no se le caía de los labios, qué manía"
Todos recordamos como Fidel Castro llamaba "mariconsón" al humorista que se hizo pasar por Chávez, por teléfono, cuando le reveló la impostura. Mariconsón se entendía como felón, traidor, engañador, degenerado. Lo de menos sería el género o sus aficiones sexuales.
2. Dadas las descripciones de los medios de comunicación, más bien se trataba de machos con aversión al estudio desde siempre, chicas similares de esas que gustan de incitar a tales machos a pegar, porque fulanita la mira, o perantanito la empujó (según ellas), o sea, sin más motivos que los que ellas consideran, para ver que su violento las defiende, aunque realmente lo que sucede es que nadie las agravia, y son ellas y ellos los que agreden, montando en cólera por inercia bravucona maltratadora. A veces todo empezó cuando su madre, y tal vez el padre, u otros, dijeron a la criatura, incluso el día de su primer día de colegio: "tú si te pegan, pega" y todo después siguió esta inercia, cuidados, cero, escuela de la calle, con mucha violencia, y poco más.
Casos bizarros (que vuelven a reproducirse, cuando parecían extinguidos por la erradicación del analfabetismo, en teoría de manipulación de masas cretinizadas) son:
a) La chica que quería sexo, por falta de capacidad para la integración en las actividades no sexuales de su pareja, y le preguntaba retóricamente "¿no serás maricón?" para que ofendido el mozo, se arrojara a desmentirlo. Este tipo de mujeres, en su estulticia, suelen estar convencidas de que si se ponen ofrecidas, el macho, cualquier macho, se verá obligado. O que el macho, dejará lo que está haciendo (que en estos entornos nunca será nada importante o inaplazable) si le ofrecen metesaca sexual.
b) Ese tipo de carnuzos que básicamente entienden que el macho tiene que mantener a la mujer y soportarla en sus "cosas" (caprichosas, parásitas, déspotas, aloriadas, específicas, entienden) y que la relación del macho con la mujer, se limita casi completamente al encuentro sexual, de modo que en el resto son vidas separadas, y lo natural es que aunque vayan en familia a un baile o verbena, la mujer tienda a charlar con mujeres, y ellos con sus semejantes varones. Y aunque esté la familia a solas, ella estará a sus cosas, distintas de lo que le ronda la cabeza a él. Siendo así, si la chica o mujer a la que conocen y tratan, desde siempre, se "enamora" de un tipo, y el tipo no está por la labor, sucede que, sobre todo los machos, se pongan violentos, y vayan a provocar al tipo, tachándole de maricón, por no ser como ellos, que se tirarían a la chica sin dudar. A veces con algo de nobleza, en el sentido de que la chica "enamorada" se vea correspondida, porque es buena chica. Aunque la mayoría de los casos lo que buscan es que el tipo mantenga a la mujer, que la mujer disponga del dinero de él, y que la manada a la que pertenecen los violentos, sea beneficiaria, poco más. Claro que las más de las veces, no tarda en aparecer la codicia, de modo que si la "enamorada" se entrega a robar hijas y patrimonio a espuertas, con el divorcio, o con la colaboración de los violentos que tiraron de llamar maricón, para excitar hombría sexual, no es inusual que le tachen de maricón, si no se deja mangonear, chulear y robar. Siendo así, quienes agredieron a Samuel, es posible que lo hicieran, porque una de su clan puso sus ojos en el sueldo del joven, tal vez relacionándose sexualmente con él, y siendo relación consentida e igualitaria, o sea, por placer, y sin que ella consiguiera gastar lo de él, los tipos concluyeron que no era macho, y por tanto maricón, y cómo la chica no mangoneó, lo que se espera de toda mujer, es que el tipo la engañó, y por tanto, palizón... tras palizón, hostilidad tras hostilidad, sobre todo conducente a robar lo máximo, en el juzgado o fuera.
3. Más que homofobia, por tanto, sería xenofobia, dado el origen brasileño de Samuel. Y ya no te digo si era guapo, a alguna de las mozas le dio calabazas, y la enajenada caprichosa, no tuvo mejor ocurrencia que azuzar a los que defienden a las mujeres que les cuentan que les han faltado, humillado, insultado, y de ahí a inventar tocamientos, violaciones o similares, hay una nada, sobre todo si hubo caricias, besos, algún tipo de noviazgo, sexo consentido, contado y relatado con anterioridad, incluso si no lo hubo, lo que refuerza la intervención justiciera, si es que necesitara algún tipo de justificación, en quienes han aprendido pocas razones, o ninguna. No es descartable tampoco que algún extranjero, cometiera algún abuso, o le adjudicaran el haberlo cometido, y Samuel, pagara por pecadores, sin comerlo ni beberlo.
4. Los testimonios verbales de testigos, siempre hay que recogerlos con reserva, y más por periodistas y autoridades que fundamenten en ellas, acciones. Suelen producirse acusaciones oportunistas y no objetivas, hasta mentirosas, aparte de la influencia del estado de nerviosismo, el caos, el barullo, griterío... Hasta si están recogidos en móviles, porque casualmente estaban grabando en ese momento, no descuidar imágenes, origen de las palabras,...
5. Finalmente, recordar un episodio en el que una docena de jóvenes (de buenas familias y arrimados), enardecidos por los desmanes (tocamientos, tirones de bolsos, proposiciones deshonestas...) de varones y hembras, de un campamento de inmigrantes, instalado en un lugar apartado de la localidad, ante la pasividad de los cuerpos y fuerzas de seguridad, decidieron dar un escarmiento, que metiera el respeto en el cuerpo, propinando unas palizas brutales, que no causaron muertes, aunque sí algunas lesiones graves. Total, se detuvo a los jóvenes, a todos, pero sólo alguno fue sentenciado con años de reclusión, y otros fueron absueltos. Adivinen cómo se interpretó el suceso por la curia judicial, en razón de amistades, familiares y colegas, tratados luego como advenedizos, lacayos de señoritos, a los que no tardaron en dejar en chirona, muchos años. Y cuando los ofrecidos protestaron, sintiéndose traicionados, engañados y tratados de tontos, les dijeron que la trena les curtiría, para los trabajos que les proporcionarían cuando salieran, ya que mantener a sus familias no hacía falta, porque no las tenían.
Reflexión
Gonzalo Villa