Hasta la actualidad consiste en que las jueces pueden equivocarse, y para evitar atrocidades, habilitan el poder recurrir, y varias veces, de modo que se hace casi
imposible, que todos ellos se encubran unos a otros, y no haya alguno de tantos profesionales que tenga fresca la justicia que evitaría sentencias lesivas. Cabe entender que muy lesivas sería prácticamente imposible, por tratarse de daños que formarían parte de la formación básica para acceder al puesto de juez. Pero lo que sucede, no es esto.
Lo único que garantiza este procedimiento es que se encubran unas a otras señorías, y se formen manadas de colegas que enquistan despotismo y desvergüenza y haraganería, en la confianza de que así, son prácticamente invulnerables.
Un sistema garantista, lo sería en razón de la prevención de la criminalidad, la disuasión de demandar para robar, básicamente, y el análisis previo del caso que se les presenta, facilitando la comunicación con los denunciados, para contrastar y averiguar, sin necesidad de arrastrarlo a declarar, a veces a lugares muy lejanos, y exponiéndolos a la posibilidad de ser eliminados, antes, durante, o cuando convenga.
¿Qué es eso de que Javier Sánchez Santos tiene derecho a una novena parte de la herencia de Julio Iglesias, al que no ha ayudado en nada en toda su vida, ni piensa? Y cómo te digo este, cualquier persona a la que le hayan robado a sus hijos. Que no digo que Julio fuera como Alejandro Sanz en este punto.
¿Qué es eso de que no hay derecho a la parte proporcional de disposición del presupuesto global, y fuera del consejo de ministros? Eso es de dictadores. No quiero ni pensar que haya sanciones sin más aval que lo digo yo, defenestrando a funcionarios de Unidas Podemos. Que no sería la primera vez que lo hacen, las trapaceras.
Y que las mujeres tengan hijos de donantes anónimos, acudan a la gestación subrogada, estando todas las partes de acuerdo y que los acuerdos no dejen resquicio para crueldades.
Y los LGTBI o quien sea, enferma o sano. Lo que no procede es que se roben hijas y patrimonio, y se las desgracie con la complicidad de juezas y demás profesionales de la “justicia”, en esencia justicia es no robar.
Boada adquirió bastante notoriedad en 1905, tras salir a la luz que las autoridades de la localidad habían planteado al presidente de Argentina trasladar la totalidad del pueblo a dicho país, una vez que la privatización de los bienes comunales había dejado sin tierras que labrar a la mayoría del mismo, desatándose cierta crisis de hambre en la localidad.
Este hecho valió a los boadenses ser tildados de "antipatriotas", ante lo que éstos respondieron que "el patriotismo consiste en comer y en dar de comer a sus hijos". Se entiende, hijos unidos por vínculos y afectos, sin resquicio para el parricidio o el robo.