Opiniones

Soy más tonta que tú

La tonta sólo se quedará con que ella es tonta, y si tiene antecedentes de peleas numerosas, se entregará a una más. Y no será la última, salvo milagro. Si la interpelada no se siente tonta, tal vez caiga en lo ocurrente de la frase. Depende de si detecta farsa embaucadora o no. Andrés Pajares y Fernando Esteso interpretaron las tragedias por los lindes, allá por los años 70. Dos labriegos tercuzos. Uno a un lado, y el otro al otro. Un pretil de un pozo en medio de un reguero fingido (en terreno de secano, que llega hasta dónde alcanza la vista y es una planicie). Al poco, a tiros, farfullando iracundos. La comedia divulgada en horario de máxima audiencia en la televisión única. Era el modo de superar esas inquinas en todo el país. Aquella carretera partió en dos su finca. En terreno expropiado y cobrado el importe, creció un melocotonero. Habían pasado 25 años. Pues allí se presentó el personaje de Esteso, o Pajares, dispuesto a la violencia, esgrimiendo que el árbol era suyo. Su casa. Y otras divagaciones, que delataban, tal vez, que apelar al árbol era una escusa barata. Deja ahí los melocotones, que iba a recogerlos yo mañana. Mentira podrida, había que agacharse en la pendiente pronunciada llena de zarzas. No había ido nunca antes. Nostalgia, diría alguien sensible. No recordaba que había cobrado la indemnización por la expropiación. No quería recordarlo. Le parecía un secreto de espabilada. Tenía una granja de marranas. Le pagaron por cien lechonas, un anticipo, atendiendo una urgencia por avería en las instalaciones. Y no quería que se los llevaran, porque eran suyos. Lógico. Y negó haber recibido el dinero. Arguyó amenazante, que nadie paga antes de recibir el ganado. Cincuenta años atrás, dos mozas del mismo pueblo, se pegaban invariablemente en todas las verbenas a las que acudían. Y eran muchas cada verano. Agarradas muy violentas. Pero les cegaban los antecedentes, y la incapacidad de poner fin, a palizas que no iban a solucionar lo que las propiciaba. Las palizas acabaron cuando dejaron de ir a las verbenas. Si te demandan para robarte hijas y patrimonio a capricho, la solución nunca es demandar, denunciar o querellarse, ante las mismas que se mostraron incapaces para garantizar que con su intervención no se robaría ni agrediría.

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Respeto 15/01/2025
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