Deja de ser obligatorio a partir del 20 de abril, llevar mascarilla en espacios cerrados, excepto en unos pocos casos como medios de transporte públicos, centros sanitarios, residencias de mayores. Ello entra en conflicto con la medida profiláctica de aislar positivos que hacen vida normal, no están recluidos en casa. "Vamos a ver cómo va la cosa" dicen algunas analistas "sesudas" Que si mientras dure el calorcito, los riesgos son mucho menores. Que cuando vuelva el frío, y los virus son más virulentos, se harán comparativas con datos históricos de años anteriores. Las vacunas pueden tener efectos protectores un máximo de dos meses, lo dicen ahora. Es que las mutaciones... imprevisibles... dicen. Y por fin sabemos del delito de omisión del deber de perseguir robos, secuestros, agresiones, maltratos (privar de aportaciones para la prevención de enfermedades y accidentes, y ser causa de ellas).
Claro, que ello, de alcanzar a todos los casos, como sería deseable, va a exigir la derogación del divorcio contencioso, el dejar de ser obligatorios abogados y procuradores para informar cumplidamente para que las juezas no roben ni secuestren, la imposibilidad de emitir embargos ladrones, y de atenderlos desde entidades bancarias. Todo apunta a que llegarán manifestaciones multitudinarias en las que enarbolando la bandera del machismo, no propagarán hostilidades contra quienes aportan los medios a las familias, sino que reclamarán reconocimiento para ellas, ya que gracias a ello, ellos, pueden dedicarse a las tareas necesarias para que el robar y usar la violencia, no encuentren ocasiones. Y ellas se sentirán orgullosas de las familias, como siempre fue... antes del divorcio sin causa y el desestructurar.