Si no me falla la memoria, creo recordar que, corría el verano de 2003 cuando nuestra ciudad sufrió en "carnes propias", que sin personificar se traduciría en tejados, automóviles, persianas, hortalizas, árboles y otros sufribles varios, aquella descomunal tormenta de granizo, que por sus graves daños y el interés causado, hizo que nuestra ciudad fuera noticia en casi todos los medios de comunicación de nuestro país.
Diríase que hasta el mismísimo cielo, cansado ya de que algunos " lechugas", -término que me parece descriptivo en sí y no asocio al veganismo en absoluto-, es decir, aquellos frustrados que nunca están de acuerdo con lo que acontece o con lo que a cada cual, opinan, les toca sobrellevar, generalizan su malestar, erigiéndose en ideólogos destructores de todo aquello que creen incorrecto, para, partiendo de la destrucción, recomenzar de nuevo según su idea de la perfección del mundo.
Éstos, agotan sus esfuerzos desde la comodidad del sofá, en dirigir su cansino proceder pidiendo rogativas al Firmamento, para que, textualmente: "Caiga un meteorito, ya!... que destroce todo", por aquello de..."Si todo está fastidiado y no se ajusta a mi realidad, pues todo arrasado, venga!"
Pues a lo que iba, y siguiendo en lo literario, hasta el mismísimo cielo, pareciera haberles hecho caso, y envió uno bien gordo, que al entrar en la atmósfera se deshizo en miles de añicos, cayéndonos justo encima con toda su rabia en forma de bolas de hielo como si de albas mandarinas celestiales se trataran.
Aunque no discrepo de los que opinan que la Universidad de la Vida es la que mejor enseña, también defiendo que el esfuerzo, el estudio, la Investigación y la Ciencia, ayudan a aprender en un porcentaje que supera el 75%.
Lo cierto, es que durante los días, semanas y meses posteriores al impacto, todos nos convertimos (como diría la actual Vicepresidenta Primera del Gobierno -Carmen Calvo-, acuñando un nuevo término jocoso hasta para la RAE), en "Expertos en Expertitud".
En nuestro afán por arreglar los destrozos de nuestras bombardeadas cubiertas y tejados, los ciudadanos alcañizanos, nos volvimos expertos en albañilería (tratando de encontrar alguno disponible), y manejábamos con soltura la terminología y calidad de las cubiertas, bien fueran metálicas, tejas normales, de PVC, de arcillas refractarias, de vidrio, hormigón, esmaltadas, macho-hembradas, de pizarra, de zinc, etc...
Todos queríamos poner aquello que nos parecía lo mejor dentro de nuestras posibilidades económicas, para que si volvía a ocurrir, al menos poder hacer frente a los "elementos" con mayor seguridad.
Los embates que nos da la vida siempre contribuyen a que nuestro interés se fundamente en buscar las mejores soluciones que estén disponibles y a nuestro alcance.
Pero, ¿qué me dicen del nuevo "meteorito" que se cierne o se ha colado, sin comerlo ni beberlo sobre nuestras sufridas personas?. Si, uno nuevo en forma de virus que como plaga bíblica ha caído sobre una gran parte del territorio de nuestro planeta, destruyendo y arruinando nuestros ánimos, haciendas y vidas.
Científicos, Médicos, Virólogos, Laboratorios y Farmacéuticas, han centrado su interés denodadamente en busca del mejor remedio que la investigación pueda poner a nuestro alcance, la anhelada vacuna que nos libere rápidamente de este sobrevenido desastre.
Que lo hayan hecho tan rápido, puede suscitar recelos o dar pie a fundadas o infundadas sospechas y generar intranquilidad. Ahí ya no entro, cada cual es libre de dudar o creer, pero a mi juicio, no tengo ningún fundamento racional para pensar que toda la Ciencia se ha puesto de acuerdo, en confabulación planetaria, para aniquilar a la Humanidad, y en consecuencia, no me queda otra, sino pensar que lo están haciendo con la mejor de las voluntades para librarnos de la manera más rápida y eficaz de este desastre.
De nuevo, y ante el panorama actual que nos ofrece este nuevo y rimoso año 2021 del siglo XXI, no me cabe la menor duda de que volveremos a manifestar nos, como lo hicimos aquel verano del 2003 y nos convertiremos todos de nuevo en "Expertos en Expertitud" hablando de las vacunas, de su tasa de efectividad, de cuales son las mejores, si la de Johnson&Johnson, Novavax, la india Covaxin, la china Sinovac, la rusa Sputnic V, la de Pfizer BioNTech, la de Moderna, la de Oxford y Astra-Zeneca, la de...
En fin, que a pesar de nuestra "Expertitud", nos van a inocular la que el Gobierno, atendiendo a razones de economía, rapidez o intereses, que a "zancadas" o a "cagaprisas", haya tenido a bien comprar en cantidad para todos los sufridos españolitos, y hasta para los que no lo son.
¡Que sea lo que Dios, la Pachamama o Monesvol quiera! ¡La suerte está echada!, pues los "Expertos en Expertitud" ya lo han decidido, así pues...¡A mandar!.