El universo no deja de sorprendernos con colores y formas caprichosas que son imperceptibles al ojo humano.
Gracias a una cámara de fotos junto con el equipo apropiado podemos captar toda esa información invisible para el espectador.
El artículo de este mes quizá sea algo más pesado y técnico que en otras ocasiones, pero pretendo de este modo describir esta imagen y así comprender el origen de los colores que la forman.
Fotografía de la Cabeza de caballo en el centro y La Flama a la izquierda. Parámetros de la foto: ISO
800, focal Telescopio Bresser Messier N750 -150, tiempo exposición 96 fotos de 120 sg. Tiempo
integración Total 3 horas 13 min. Cámara Sony Alpha 7 astromodificada
Junto a la estrella Alnitak, la más brillante de la imagen y una de las tres que forman el Cinturón de Orión, se esconde la nebulosa Cabeza de caballo una nube fría y oscura que forma la silueta de este animal, en contraste con la nebulosa de emisión IC 434, al fondo, la cual presenta un color rosado intenso por la presencia de hidrógeno alfa en esta nebulosa, resultado de un intrincado tapiz de volutas gaseosas y filamentos cargados de polvo que fueron creados y esculpidos a lo largo de eones por vientos estelares y supernovas antiguas.
La Nebulosa Cabeza de Caballo se encuentra a 1.500 años luz de distancia hacia la constelación de Orión.
Hacia la izquierda en la foto, debajo de la estrella Alnitak se encuentra la famosa Nebulosa de la Flama (NGC 2024) la cual es otra nebulosa de emisión. Según estudios recientes, hay tres objetos cercanos a esta nebulosa, los cuales son candidatos a ser considerados planetas gaseosos. Justo en el centro de esta nebulosa hay una banda de polvo oscuro, detrás de la cual se encuentra una estrella masiva y posible fuente de energía de la nebulosa.
En los alrededores de estas nebulosas de emisión, también se aprecian nebulosas de reflexión, las cuales brillan con una luz azulada reflejada desde las estrellas cercanas.
Ejemplo de estas nebulosas son NGC 2023 (debajo de la nebulosa de Cabeza de Caballo), e IC 431 (justo a la izquierda de la Flama).
¿A qué se deben estos colores de la fotografía?
El color rojo se debe a objetos que emiten la luz del gas hidrógeno Alpha. Imperceptible para el ojo humano.
El color azul generalmente se debe a objetos que reflejan la luz de estrellas cercanas (oxígeno ionizado).
El color negro puro se debe a nubes de polvo que no dejan pasar la luz o a objetos supermasivos que absorben la luz debido a su fuerte gravedad como los agujeros negros.
Porque señores, en astrofoto, el color de fondo del espacio no es negro.
Las estrellas según el color con el que brillan hacen referencia a su temperatura y edad.
Así pues, las blancas y azules son las de mayor temperatura y más jóvenes.
Las amarillas corresponden a estrellas de mediana edad, como el sol, y con temperaturas menores a las primeras y finalmente las rojas son aquellas de menores temperaturas y más viejas.
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